las noticias es la probabilidad de que esto solo sea la punta del iceberg. La empresa en cuestión ha sido, simplemente, la desafortunada de distinguirse por haber sido puesta al descubierto. A partir de ahora, los fabricantes de muchos países serán sometidos aún más al escrutinio y deberán demostrar su compromiso con la seguridad alimentaria y el bienestar del consumidor. En vista de la importancia de lo que está en juego, puede parecer extraño que las empresas sigan dependiendo de procedimientos internos (en gran parte en papel) en sus plantas de producción. A menudo, la razón por la que se mantiene la solución actual es el intento de evitar alterar el statuquo. «Así es cómo hemos trabajado siempre» es una frase que se oye con frecuencia. Sin embargo, las prácticas corporativas, al igual que el software más reciente, tienen que evolucionar constantemente para conseguir que sigan siendo apropiadas y para mantenerse al corriente de las necesidades actuales de la fabricación. La digitalización llega a la fábrica El surgimiento del mundo digital ha cambiado la forma en que la gente consume información a nivel mundial, y el mundo de la fabrica- ción tiene que adaptarse al ritmo de esos cambios para satisfacer las demandas de las grandes empresas de supermercados. Con el crecimiento de la impor- tancia de la información, no es de extrañar que los supermercados esperen que los proveedores principales les ofrezcan datos sobre la calidad accesibles con tan solo pulsar un botón. ¿Qué razones tienen los fabricantes para no demostrar claramente que sus registros de calidad son de confianza y han sido validados por personal autorizado, o para no mostrar un calendario completo de las actividades relacionadas con la calidad, así como cualquier excepción o anomalía? Algo que con frecuencia también supone un obstáculo para la innovación en la fabricación es la percepción de que implantar un sistema electrónico de la calidad supone una gran inversión, tanto en materia de software como de recursos de personal. Sin embargo, esa idea es sencillamente falsa y, como ejemplo, no hace falta más que ver los sistemas de ejecución de fabricación, los también llamados sistemas MES. Dichos sistemas se pueden implantar y son capaces de generar resultados tangibles en menos de 90 días, lo cual ofrece a los fabricantes la tranquilidad de que las actividades relacionadas con la calidad están siendo gestionadas mediante el uso de una solución diseñada expresamente para tal uso. Esto supone una clara ventaja frente a los anteriores sistemas en papel. Además de mostrar el pleno cumplimiento en caso de una auditoría, los fabricantes pueden demostrar que cualquier oportuni- dad de manipulación y falsificación de los datos registrados ha sido erradicada. Llegados a ese punto, es posible liberar recursos de gestión de la calidad para centrarse en las tareas 55 manutencion & almacenaje 526 Tendencias