ción demuestra que es posible y efectivo. En la actualidad, Arla Foods cuenta con instalaciones de producción en 12 países y oficinas de venta en alrededor de 30, con más de 18.000 empleados. Sus productos se venden bajo conocidas marcas como Arla, Lurpak o Castello en más de 100 países, entre los que se encuentra España, y con sus principales mercados en Dinamarca, Suecia, Reino Unido, Finlandia y Alemania. Mercados con fuerte competencia En 2013, las ventas del grupo crecieron un 16,6% hasta alcanzar 73,6 billones de coro- nas danesas (DKK); aumentó su volumen de 12,676% y añadieron 1.300 nuevos producto- res. El crecimiento internacional, también ha sido importante en 2013 con un 12% global si bien ha sido más que notable en zonas como Rusia con un 35% de crecimiento; Oriente Medio y África con un 10% y China con un 61% incluidos los TMPM (Third Party Manufactured). En cuanto a los mercados, la empresa advierte una desaceleración en del creci- miento en los mercados clave de Europa con una competencia feroz. Este panorama hace decisivo lograr la eficiencia en la producción y también en la cadena de suministro, por lo que está realizando inversiones y poniendo en marcha programas de eficiencia. Debido a nuestras altas tasas de crecimiento, afirman, debemos encontrar nuevas formas de traba- jar y desarrollar nuestra capacidad para iden- tificar y aprovechar las sinergias y economías de escala para reducir costes unitarios. Otro aspecto de la eficiencia se encuentra también en sus centros logísticos y es lo que buscaron cuando contactaron con Junghein- rich para reorganizar el almacén de Hostel- bro, donde con lo que definen una pequeña pero gran actuación integral han logrado un aumento patente de su eficiencia. Buscando la eficiencia en el almacén de proteinas lácteas En los casi 10.000 m2 del almacén de Arla Foods en Hostelbro, situado a casi 300 km al noroeste de Copenhague, se almacenan exclusivamente proteínas lácteas en polvo. La producción tiene lugar en una lechería ubicada a pocos kilómetros. Distribuimos proteínas lácteas en polvo a casi todos los rincones del planeta, asegura Jens Korbo, Responsable del almacén de Arla en Hostel- bro con orgullo, con la excepción de Austra- lia, Nueva Zelanda y el continente africano. Las proteínas de leche en polvo, que están empaquetadas en sacos grandes y pequeños, se almacenaban hasta mediados de 2012 en bloque o en estanterías drive-in drive-throu- gh. Los sacos grandes, de unos 500 kg de peso, ocupan casi el 35% de todo el almacén. Desde entonces, estas mercancías se alma- cenan en un sistema de almacenaje compac- to. Queríamos incrementar la eficiencia del almacén, aprovechando el espacio disponi- ble del mejor modo posible, prosigue Korbo. Se trataba de sacar el máximo rendimiento al espacio disponible, por lo que el integrador logístico de Hamburgo propuso a Arla dotar al almacén con un sistema de almacenaje compacto por canales, y con los correspon- dientes shuttles. El potencial de optimi- zación de un almacén compacto clásico, es decir, el ahorro de espacio mediante la supresión de los pasillos de trabajo, se multi- plica con el uso de sistemas shuttle, explica Lars Baltzer Eriksen, técnico de sistemas logísticos de Jungheinrich y responsable del proyecto de Arla en Hostelbro. Pueden gene- rarse fácilmente potenciales de optimización adicionales, por ejemplo, a nivel de rendi- miento o en lo referente al grado de aprove- chamiento del espacio. El sistema de almacenaje compacto de Arla Foods se construyó de modo que cada canal pudiera dar cabida a 13 palés. Con dos 53 manutencion & almacenaje 496 ALIMENTACIÓN Y BEBIDAS. NUEVAS CLAVES Escáner