A Carlos se le ocurre una idea audaz para ayudarla: utilizar el modelo de la cadena de valor para analizar cómo el individuo genera su producto más exclusivo, el even- to vital. Cada secuencia de estos eventos, a modo de vivencias y ficciones, constituye un hilo de vida único. Se trata de añadir más valor para cada evento en sus distintas etapas de formación, de manera comportamiento aséptico despier- ta sospechas y genera alarma en el centro. Parece como si una oscura razón lo arrastrara a compartir su tiempo con una persona que está apagada en aquella habitación. Pa- ralelamente, Carlos bucea en el pa- sado de Laura y se desplaza hasta el norte de Inglaterra, para intentar obtener datos esenciales acerca de su caja negra vital. Después viaja a determinado producto o servicio. Se trata de comparar los eslabones de la cadena de una empresa deter- minada con los de otras compañías del mismo sector y, a partir de aquí, definir una estrategia adecuada que suponga una ventaja compe- titiva para la primera. No obstante, hay que señalar que este modelo ya se ha aplicado con éxito en otras organizaciones desvinculadas de las compañías tradicionales, como por ejemplo ONGs. Ahora imaginen que damos un paso adelante y lo trasponemos desde un plano esencialmente empresarial a otro puramente emo- cional, intentando conservar sus virtudes originales y aceptando te- ner que superar y resolver algunas contradicciones y prejuicios poten- ciales que puedan aparecer por el camino. Al fin y al cabo, se trata de un modelo que es aséptico. Esto es precisamente lo que se cuece en la trastienda de esta novela-ensayo. Sinopsis sin desvelar la trama La historia de el mercader de felicidad arranca en un funeral y se desarrolla más o menos así: Carlos es consultor de empresas y su vida transcurre rutinariamente en Barcelona, hasta que dos aconte- cimientos repentinos se cruzan en su camino: la muerte reciente de un amigo y un accidente de tráfico en el que una joven resulta atrope- llada. A partir de entonces, esta joven –Laura– se convierte en una paciente en coma, que permanece postrada en la cama de un hospital y de la que nadie parece saber nada. que repercuta en una mayor feli- cidad para el propio consumidor y su entorno. Para llevar a cabo este proyecto, el protagonista cuenta con la inestimable colaboración de un viejo profesor de filosofía y de un amigo paraespecialista. ¿Externalizar las emociones? A partir de aquí, se abre una perspectiva diferente para ver e interpretar cuestiones trascenden- tales que afectan al individuo y a su propia vida. Se plantea externalizar servicios y procesos emociona- les, enriquecer las sensaciones percibidas con ciertos contenidos, elegir entre consumir o almace- nar eventos vitales potenciales, gestionar el almacén de recuerdos que acumula nuestra memoria, sincronizar y optimizar las distintas etapas que conforman la cadena de producción y suministro de eventos felices. En definitiva, se describen estas y otras posibilidades desde un enfoque marcadamente logísti- co, a todas luces. A medida que sus visitas al hospital se intensifican, su peculiar EE.UU. con el objetivo de atender una extraña deuda contraída. Integrar la cadena vital para la excelencia El mercader anima al lector a innovar para crear más felicidad y a ser más productivo al intentar conseguirla. A que tenga en mente el ciclo de vida completo de cada evento vital. En el libro, os invito a alumbrar recursos que ya tenemos, algunos conocimientos que están ocultos simplemente por no estar ubicados en el mismo ecosistema interno de los varios que atesora el indivi- duo. En muchas ocasiones, están diseminados por distintos planos a nivel personal y profesional, pero según el mercader, si se desea conseguir una excelencia vital, es atractivo integrarlos bajo una misma visión. En definitiva, si tienen curiosi- dad por conocer los límites que la logística puede llegar a alcanzar, les invito a que abran la tapa de este libro y disfruten de su lectura. Xavier Alcober La escritora Mercedes Abad y Xavier Alcober en la presentación del libro. 33 manutencion & almacenaje 479/80 Opinión