“Las marcas blancas no existen” Pere Astals muestra la convicción de que para atraer consumidores es necesario hacerles entender que no todas las leches son iguales, como reza uno de los eslóganes de la firma as- turiana. Ese convencimiento es el que motiva una campaña de comunicación de tal enver- gadura. En este sentido, además de un envase atractivo y una estudiada campaña de publi- cidad, también las certificaciones y auditorías acreditadoras de procesos le parecen útiles. Aunque el cliente no sepa exactamente en qué consisten o qué exigencias requieren al productor, el consumidor quiere garantías, afirmó Astals, y determinados sellos aseguran al ciudadano que en sus fábricas están siendo cuidadosos con el producto. También ese com- promiso con la calidad debe formar parte de lo que Central Lechera Asturiana traslade al cliente. Sobre uno de los competidores más feroces de Central Lechera Asturiana, las marcas blan- cas, Astals afirmó que simplemente no exis- ten. El directivo se refiere a que el consumidor de productos de marcas blancas es conscien- te de que consume una u otra marca por muy blanca que se quiera hacer llamar y que, por tanto, en contra de la creencia popular, poseen una identidad concreta en el mercado. Frente a estas marcas que enarbolan la bandera del bajo coste y el ahorro, la de Astals se entesta- rá en mantener un producto de mayor calidad, acreditada por terceros, y en tratar de que el cliente valore la posibilidad de pagar un poco más con tal de recibir una mayor calidad. El mercado seguirá su tendencia a la concentración Pese a tener una estrategia de actuación bien definida, Pere Astals otea nubes negras en el horizonte. Dejando la archimencionada crisis a un lado, el directivo de Central Lechera As- turiana apunta hacia una concentración que está pendiente en el mercado de lácteos espa- ñol, la escasez de materia prima, la aparición de operadores extranjeros en España y unas directivas europeas ineficientes y de alta exi- gencia son los escollos a sortear. No es extraño que Astals augure un futuro complicado al sector dada la evolución de éste en las últimas décadas y vista la coyuntura actual. En España había más de 200.000 ga- naderías cuando entramos en la Comunidad Europea y ahora apenas hay 23.000, explica. No obstante, las peculiaridades de la industria alimentaria y la permanente reconversión de las explotaciones ganaderas le confieren una envidiable estabilidad que convierte a sus em- presarios en los pobres de los buenos tiempos y los ricos de los malos tiempos. David Aliaga Pere Astals, Consejero Delegado de Central Lechera Asturiana 49 manutencion & almacenaje 465 ALIMENTACIÓN Y BEBIDAS Escáner