empresas a evitar la pérdida de miles de artícu- los cada año, con un coste de hasta 400 € por jaula, según se indica en el libro blanco de Zetes sobre las aplicaciones de la radiofrecuencia. Y no sólo es una buena herramienta para los activos retornables sino también para los que están en la empresa (herramientas, aparatos electrónicos, etc.). Etiquetarlos mediante una tag facilita notablemente su gestión y, por tanto, reducir el stock. Ni que decir tiene que también es una buena herramienta para realizar los inventarios en almacenes, cuando se trata de productos de un cierto valor, con los que la identificación RFID es mucho más rápida y, además, la información es transmitida directamente y con toda precisión al ordenador central. Nada es perfecto Queda claro que la identificación por radiofre- cuencia reúne un buen conjunto de ventajas 58 En un sistema de identificación por radio frecuencia la información fluye directamente hacia el ordenador central de la empresa sin intervención humana alguna. este caso el interés puede ser no sólo para las empresas farmacéuticas sino también para la propia Administración, ya que la identificación RFID no sólo ofrece mejor seguridad, sino que también permite controlar la piratería y la distribución ilegal de los productos. En todo caso, en este momento ya pueden encontrarse en el mercado –Toshiba, por ejemplo, es una de las empresas que las ofrecen– tags específicos para este sector. Por otra parte, la identificación RFID puede ser una excelente herramienta para los grandes centros de distribución al permitir disminuir mucho el tiempo necesario para la carga y descarga de los camiones. Téngase en cuenta que si se utiliza el código de barras hay que leer por separado el código de cada una de las cajas que contiene un palé. Utilizando RFID para identificar las mercancías transportadas basta instalar un arco en la plataforma de carga y descarga para que la información se lea auto- máticamente y de forma segura a la entrada y salida del centro de distribución. Los productos cargados o descargados incorrectamente de un camión se detectan de inmediato. frente a los códigos de barras. Puede leer las eti- quetas aunque los objetos estén en movimiento, permite una alta densidad de datos así como una elevada capacidad de almacenamiento de los mismos, pudiendo comunicarlos directamente al ordenador y, además, es posible modificar la información de la etiqueta. Por último, y no por ello menos importante, puede leer simultá- neamente diferentes códigos sin necesidad de tener una visión directa de la etiqueta. De todos modos, quizás la mayor ventaja que ofrece un sistema RFID es que los colaboradores de un mismo negocio puedan compartir los datos de sus cadenas de suministro en tiempo real, sin discontinuidades y de manera segura. Es esta capacidad donde radica el gran potencial de visibilidad de la cadena de suministro cuando el sistema dispone de identificación por radio- frecuencia. Pero hasta las mejores soluciones, tienen sus limitaciones. Así, por ejemplo, las ondas pueden encontrar barreras físicas, también cabe preguntarse si no se producirán interferencias cuando sean varios los lectores que operan simultáneamente y otro problema que parece preocupa en determinados casos, en la industria farmacéutica por ejemplo, es su funcionamiento en el caso de tratarse de líquidos. Es cierto que algunos de estos problemas ya se han ido solventando y, dado que el desarrollo tecnológico está siendo cada vez más rápido, todo hace esperar que se superen con relativa facilidad este tipo de escollos. Por ejemplo, ya existen nuevas gamas de lectores que presentan una mayor sensibilidad para leer etiquetas en “modo denso”, es decir, cuando hay múltiples tags a grandes velocidades en entornos, como en el caso de centros de distribución, que cuentan con gran cantidad de lectores. Por otra parte, los nuevos desarrollos de etiquetas están alcanzando ratios prácticamente del cien por cien en ambientes con líquidos o metales. De todos modos, hay la dificultad añadida de no poder generar localmente las etiquetas, hay También las compañías especializadas en automatización se interesan por el mercado de la identificación RFID para gestión de la cadena de suministro. Muy útil puede resultar también la identifica- ción por radiofrecuencia para evitar las pérdidas de activos retornables (palés, contenedores jau- las, etc.) que suponen pérdidas económicas para muchas empresas. Basta identificarlos con una tag de forma que puede hacerse su seguimiento y conocer siempre exactamente su ubicación. Las tags de los artículos que entran o salen de los almacenes se leen automáticamente, en cuanto se carga o descarga un camión. La rentabilidad de la inversión es obvia en estos casos, dado que el uso de la RFID ayuda a las IDENTIFICACIÓN AUTOMÁTICA Informe