Los aplicadores de etiquetas Zetes Powerys soportan versiones RFID entidades establecidas en Europa también lo adoptaron, añadiendo un dígito más. Posteriormente, en 1977, se crea en Europa EAN Internacional con el objetivo de difundir un sistema estándar global, es decir, un lenguaje común para el comercio internacional. Resultado de ello es que hoy cualquier producto puede ser localizado en cualquier parte del mundo de forma ágil y con pocas posibilidades de error. Ha sido posteriormente y para solventar las limitaciones de los códigos de barras conven- cionales respecto al volumen de información a transmitir que se han desarrollado los códigos de barras de dos dimensiones en los que la información se almacena tanto a lo alto como a lo ancho del símbolo y que llegan a permitir almacenar hasta 2.725 dígitos. Este tipo de códigos de barras es habitual encontrarlos en documentos, tales como, por ejemplo, un expe- diente clínico completo, ya que además de poder aportar más información son también mucho más seguros, prácticamente invulnerables a un posible sabotaje. Tal como se ha dicho, en el Informe publicado en m&a el pasado mes de julio se hacía un re- paso muy exhaustivo de los equipos (impresoras y lectores) presentes hoy en el mercado y en la edición digital de este número se publica la actualización del cuadro de oferta que incluía el citado Informe. En esta ocasión dirigimos una especial aten- ción al otro de los sistemas de identificación presentes hoy en el mercado y que, aunque podemos encontrarlo desde hace tiempo en múltiples aplicaciones, está entrando aún con timidez en la cadena de suministro a pesar de las indiscutibles ventajas que ofrece para muchos casos. Se trata de la identificación por radiofrecuencia. De todos modos, no hay que olvidar que actualmente existe un tercer procedimiento de identificación, la identifica- ción por voz, que, en los últimos años se ha introducido cada vez con más fuerza especial- mente en las aplicaciones de picking y al que se dedicará un Informe en próximos números. Una tecnología que se introduce con cierta lentitud Hace ya tiempo que la radiofrecuencia salió de sus periodos de pruebas para ofrecerse al mercado como una nueva solución para la identificación automática. Su historia también es larga puesto que ya durante la segunda guerra mundial los avio- nes aliados iban equipados con dispositivos basados en esta tecnología para distinguir el avión “amigo” del “enemigo”, sin embargo, no ha sido hasta hace alrededor de una década que diversos desarrollos han convergido en los actuales sistemas RFID, que ofrecen un buen número de ventajas frente a la rigidez de lectura de los códigos de barras. Pero es que, además, abre la posibilidad de un más amplio campo de aplicaciones en contextos como los industriales, en los que los códigos impresos pierden mucha fiabilidad (cualquier mancha de aceite, por ejemplo, ya los deja inservibles). Por otra parte, las exigencias de trazabilidad de los productos -las reglamentaciones europeas lo exigen ya para los sectores de la alimenta- ción y farmacéutico- están acrecentando las RFID vs códigos de barras • Los códigos de barras relentizan la cadena, especialmente si hay que introducir muchos datos a mano. • Los sistemas RFID permiten la introducción de datos en el ordenador de la empresa sin intervención humana y, por tanto, sin posibilidad de errores. • Los sistemas RFID permiten registrar datos importantes que no es posible hacerlo con los códigos de barras. • Los sistemas RFID admiten lecturas múltiples (hasta 500) en un sólo segundo. • Los sitemas RFID pueden detectar productos en movimiento. • Los sistemas RFID simplifican los procesos empresariales, reducen el inventario y evitan las roturas de stock. 53 IDENTIFICACIÓN AUTOMÁTICA Informe