suministradores han seguido en los años pa- sados una política consistente en ofrecer con- diciones ventajosas a determinados formatos, como son los hipermercados y las cadenas de supermercados, demandantes de gran volu- men de mercancías y con mejores condiciones de exposición, en detrimento de los detallistas independientes que comportan mayores cos- tes de aprovisionamiento. El resultado de estas prácticas es una fuer- te tendencia a la concentración de la gran dis- tribución no sólo en España, sino en toda la Unión Europea, donde es característica común a los diferentes países que un reducido núme- ro de distribuidores copen una gran cuota de mercado. Así, por ejemplo, hay países donde media docena de cadenas de supermercados, e incluso menos, copan la práctica totalidad del mercado. Como quiera que sea, se observan cambios estructurales en la gran distribución, donde algunos consideran que el formato de hiper- mercado ha entrado en la fase de agotamien- to, debido al nivel de saturación alcanzado y las escasas posibilidades de desarrollo de nue- vos hipermercados con buenas perspectivas de rentabilidad. A todo ello, hay que añadir la presión que ejerce el formato del supermer- cado que tiene una creciente aceptación en- tre los clientes. Sin embargo, la evolución de la distribución comercial de los últimos años muestra la progresiva penetración de las ca- denas de supermercados en detrimento de los supermercados independientes, que se van extinguiendo, al tiempo que se manifiesta una tendencia a la especialización de las cadenas de distribución, mediante la articulación de su negocio sobre diferentes fórmulas comercia- les. Disminución de la densidad comercial La estructura de la distribución comercial en España se caracteriza por una tendencia a la disminución de su densidad, medida en loca- les por cada mil habitantes. Esta tendencia a Las marcas de distribuidor ganan cuota de mercado con la pérdida de poder adquisitivo global hasta el punto de que casi la mitad de la cesta de la compra se provee de marcas de distribuidor, que registran la mayor expansión en estos últimos trimestres. disminuir la densidad comercial se da en to- das las comunidades autónomas en el perio- do 2000-2009, excepto en Galicia y Extrema- dura que son los dos únicos indicadores que registran un aumento, mientras que Baleares y Cataluña son las comunidades autónomas que registran el mayor descenso en el periodo contemplado. Por lo demás, el número de esta- blecimientos minoristas en España, según ci- fras oficiales, en 2007 era de 636.724 y seguía una línea de continuidad ascendente desde 1992, en paralelo al aumento del número de habitantes. Además, el comercio minorista está ubicado mayoritariamente (90%) en los centros urbanos, lo que constituye la piedra angular de la distribución capilar, urbana, en el último km. En cuanto al comercio mayoris- ta, la cifra era de 247.656 establecimientos y también describe una curva ascendente entre 1992 y 2007. Atendiendo a la evolución de la productivi- dad de los diferentes formatos, las ventas por m2, tomando como base el año 2000, descri- ben una tendencia descendente en todos los formatos, con una especial incidencia en los hipermercados, excepto en los supermerca- dos de entre 1.000 m2 y 2.499 m2, ya que en los otros formatos; supermercados de 400 m2-999 m2 y de 100 m2-399 m2, también se aprecia una tendencia a la disminución de la productivi- dad, aunque menos acusada que en los hiper- mercados. 53 GRAN DISTRIBUCIÓN Escáner