Centros frigoríficos: la eficiencia energética es clave Joan Font, Director General de abertis logística. Determinado tipo de productos, principalmente de consumo alimentario, requieren de una gran atención para no romper la cadena de frío, ya que podría afectar a su calidad. Para evitarlo, se construyen naves frigoríficas, muchas veces a medida del cliente. Es evidente que estas naves, para mantener el frío, suponen un mayor gasto energético, y, por consiguiente, también un mayor gasto económico, tanto en su construcción como en su mantenimiento. Sin embargo, con la extensión del desarrollo y del uso de sistemas de producción de energía más sostenibles, en un futuro probablemente se podrán reducir tanto los costes energéticos como los económicos. Marco Pinacho. Director Financiero Ártica XXI. Debido a su gran consumo energético, los centros exigen unos criterios de calidad en materiales y ejecución altos. No se puede desperdiciar el más mínimo kilowatio de energía debido a un déficit en el aislamiento del inmueble producido por una mala ejecución o por una mala elección en el material utilizado. Claudio Losa. Director Nacional de Industrial y Logística de BNP Paribas Real Estate. Siempre, pero como en otros sectores en los que se está innovando en el camino de ahorro y eficiencia, todavía es pronto para catalogar cual es la mejor vía. Como en todos los sectores de nuestro tejido industrial, la energía es un bien que supone una partida de coste cada día más elevado. La solución: reducirla a la mínima expresión y con el menor impacto para el medio. Guillermo Ravell. Country Manager de Goodman España. Por supuesto que sí. Los centros frigoríficos necesitan temperaturas interiores que van desde –35o a –40oC. El almacenamiento y zona de manipulación en estos almacenes requieren el diseño y la construcción adaptada a las necesidades de la carga que se almacenará. El diseño del almacén influye directamente en el ahorro en energía en todos los aspectos, como por ejemplo, en la iluminación interior. Con mayor aislamiento de las zonas de almacenaje y de manipulación se requiere menos energía para regular la temperatura en la zona de almacenaje y un diseño especial en la zona de muelles de carga que evita que se rompa la cadena de frío. En conclusión, un almacén que no está diseñado y construido teniendo en cuenta las necesidades de un centro frigorífico requerirá mayor gasto de energía para conseguir las temperaturas requeridas. Alejandro Gil. Consultor de Proyecto Puerta Centro. Hercesa. Los almacenes de frío son uno de los ejemplos más palmarios de varias de las cuestiones dichas anteriormente, en referencia a la importancia del diseño y los materiales a utilizar en su construcción. Estos repercuten de una manera importantísima en su impacto medioambiental, así como en la reducción de los costes de funcionamiento de la plataforma, dado que el consumo energético supone uno de los principales factores a tener en cuenta en el balance económico de un centro de frío. Precisamente, Hercesa se implica especialmente en el diseño, elección de los materiales y control de calidad en la obra en las naves destinadas a operadores que requieren, total o parcialmente, espacios refrigerados, con el objetivo de ofrecer al cliente una nave que le suponga una reducción en su factura energética, pero también, por ende, una reducción en determinados elementos constructivos, como la potencia instalada. 3. Reducir la emisión de gases tóxicos. 4. Reducir el impacto medioambiental. 5. Incrementar la eficiencia en el servicio en las propiedades y espacios empresariales. 6. Potenciar el reciclado de los materiales. 7. Maximizar la utilización sostenible de re- cursos renovables. 8. Prolongar la durabilidad y funcionalidad. Alejandro Gil. Consultor del Proyec- to Puerta Centro. Hercesa. Enorme. En relación con el suelo, como antes comentaba, está claro que no todos los sitios son adecua- dos para la implantación de un Parque Lo- gístico u otro producto inmobiliario. Antes de realizar una gran urbanización de millones de metros cuadrados hay que analizar si el lugar o las dimensiones de la actuación son apropia- dos para el objetivo que se pretende. Y esto, en relación con la sostenibilidad, tiene mucho que ver. Evidentemente, una actuación urba- nística inadecuada supone no sólo la altera- ción del suelo y del paisaje, sino un gasto de recursos que ningún puede permitirse. Respecto a los materiales, su aportación a la sostenibilidad se contempla en tres sen- tidos. El primero de ellos se refiere a su fabri- cación, en la que se deben utilizar técnicas y materias primas que reduzcan el impacto medioambiental. El segundo factor importan- te a considerar es que se trate de materiales potencialmente reciclables y/o reutilizables. Y en cuanto al tercer factor se refiere a ma- teriales diseñados desde la óptica del ahorro energético, por ejemplo, más aislantes, o del consumo de agua. Finalmente, en cuanto a la energía, todos sabemos que es el factor más vinculado con la sostenibilidad. Por ello, deben aplicarse mate- riales y tecnologías que primen la reducción del consumo energético, combinados con la aplicación de energías renovables como la fotovoltaica. En este sentido, Hercesa se ha- lla estudiando la implantación de este tipo de energía no sólo en sus nuevos productos resi- denciales, industriales, logísticos o terciarios, sino también en las infraestructuras preexis- tentes. m&a. Teniendo en cuenta las líneas de actuación hacia la eficiencia energética ¿dónde se concretan en las naves logísti- cas? Joan Font. Director General de aber- tis logística. Principalmente en la utiliza- ción de elementos constructivos como cu- biertas blancas para el ahorro energético en climatización; instalación de elementos que potencian la luz natural (como claraboyas y tragaluces); sistemas de aislamiento térmico y acústico (cerramientos); iluminación de bajo consumo y uso de energía solar (tanto térmica, para la producción de agua caliente, como fo- tovoltaica, para la producción de electricidad). 65 INMOBILIARIA LOGÍSTICA Escáner