Fuente: Pepperl+Fuchs de 96 bits que se distribuyen en: 8 bits para codificar el número de versión, 28 bits para identificar al fabricante (hasta 268 millones de empresas), 24 bits para identificar el artículo (hasta 16 millones de categorías de artículos) y 36 bits para contener el número de serie (hasta 68 billones de identificadores distintos). Existe una versión más reducida de este estándar que utiliza solamente 64 bits para codificar el producto. También existe la posibilidad de ampliar este código EPC mediante información residente en el propio tag. Una de las características de esta tecnología es que un mismo tag puede ser “leído” desde diferentes lectores y que un lector puede recibir, simultáneamente, información de diferentes tags que se encuentren a su alcance. Dado que la distancia de lectura puede ser importante, es posible que, en determinadas aplicaciones interese garantizar que los dispositivos lectores son dispositivos autorizados para acceder la es libre en USA pero no en la mayoría de países, incluidos los europeos). En España, desde el 1/01/07, la Dirección General de Telecomuni- caciones y Tecnologías de la Información, ha establecido la banda 865-868MHz (2W) como banda apta para operar exclusivamente en aplicaciones de RFID. Hacia el estándar EPC Global Respecto a la estandarización de la RFID, cabe decir que existe un buen número de estándares, aunque parece existir una tendencia a la ex- tensión del estándar EPCglobal. Este estándar responde a la agrupación de un conjunto de grandes empresas y organizaciones dentro de la organización GS1, nombre que corresponde al de la anterior EAN Internacional: Auto-ID Labs, Cisco Systems, DHL/Exel Supply Chain, Haier Group Company, Johnson & Johnson, Kimberly-Clark Corporation, LG Electronics, Lockheed Martin Corporation, METRO AG, Novartis Pharma AG, Office of the Secretary of Defense, Procter & Gamble, Sony Corporation, The Dow Chemical Company y Wal-Mart Stores, Inc. Según el estándar EPC (Electronic Product Code), cada tag utiliza una identificación única información contenida en el tag. Desde este punto de vista podemos hablar de tags pro- miscuos, si responden a todas las peticiones de lectura sin excepción, o de tags seguros, si, para atender a la petición de lectura, el tag requiere seguir un proceso de autentificación (lo que supone implementar mecanismos de acceso y gestión de claves criptográficas). Asimismo, es posible establecer mecanismos de activación y desactivación de un tag RFID como respuesta a comandos específicos de un lector. Si ahora repasamos las ventajas de la tecno- logía RFID vemos que una de fundamental es la posibilidad de poder leer simultáneamente diferentes códigos sin necesidad de disponer de una visión directa sobre la etiqueta, y otra ventaja, igualmente importante, es la posibili- dad de leer etiquetas en movimiento. Además de estas dos ventajas diferenciales respecto a la tecnología de código de barras: podemos disponer de una densidad de datos alta, con capacidad importante de almacenamiento de datos; también es posible la modificación de la información almacenada en la etiqueta, y, por su naturaleza, esta tecnología es bastante insensible a la suciedad. Por lo que se refiere a los inconvenientes, cabe citar: un coste más elevado o mucho más elevado de las etiquetas, dificultad para la lectura visual de la información codificada en la etiqueta, dificultad para generar localmente las etiquetas (deben comprarse), posible nece- sidad de protección frente a accesos indebidos de lectura de la información contenida en las etiquetas, posibilidad de “ocultar” las etiquetas frente a los lectores mediante apantallamientos (papel de aluminio, etc.), la no existencia de estándares ampliamente extendidos y, en de- terminadas aplicaciones, la pérdida indeseada de privacidad a través del uso de elementos que mantienen la etiqueta más allá del entorno de producción o logístico. 96 Conclusiones Como resumen podríamos decir que la identificación RFID es ventajosa cuando se desea poder identificar objetos en movimiento y cuando no podemos garantizar un contacto visual directo entre lector y la etiqueta del objeto a identificar, pero con el gran inconveniente de su coste, especialmente por el coste de las etiquetas RFID. Por otra parte, la potencia de la solución RFID es superior por lo que se refiere a un mejor control de flujos y a permitir un sistema de identificación único con un alcance global (268 millones de empresas). Aunque para obtener todas las ventajas de esta potencialidad se requiere un nivel de estandarización muy superior al existente para las simbologías de los códigos de barra. De todos modos ya están en marcha proyectos ambiciosos, como es el de EPCglobal Network, que ofrecen soluciones potentes y globales para la tecnología de radiofrecuencia, utilizando redes de servidores, EPCIS (EPC Information Services), y que van consolidándose, como es el caso de los almacenes Wal-Mart. Jordi Ayza IDENTIFICACIÓN AUTOMÁTICA Informe