"Se trata de un proyecto que como concepto integrador es muy novedoso, donde existe un flujo muy tenso que permite enviar cada día la mercancía a los países de la Unión Europea". Cecilio Lozano, Director de Logística de Mango se han ubicado seis muelles automáticos tele- scópicos. Cada uno de los muelles tiene una capacidad de descarga de unas 660 cajas por hora, es decir, cerca de 4.000 cajas por hora en total. A la entrada, un escáner mide las dimen- siones de las cajas de los proveedores, que si no se ajustan a todo el circuito son rechazadas para que el embalaje sea manipulado y corre- gido. Una zona multifunción con un clasificador de doble capa Las cajas procedentes de las seis líneas de recepción se conducen a una línea principal, desde donde se transportan a una línea de inducción. De aquí se suben al Interlink, un clasificador de doble capa de 500 metros de longitud dotado de 55 motores, un concepto de clasificador multifunción que recorre toda la superficie de la plataforma y permite eje- cutar de forma rápida y segura las funciones más importantes del centro de clasificación, como transporte rápido de cajas; clasificación; identificación y seguimiento de las cajas, así como la unificación de todas las zonas del centro (recepción, cross-docking, almace- naje, expedición, zona multifunción, etc.). Una parte de las cajas se desvía a la zona de multifunción, donde se efectúa el control de calidad logístico (embalaje, cantidad de uni- dades por caja, codificación, etc.). Mango po- see una estadística relativa a la fiabilidad de los diversos proveedores y basándose en esos datos se realiza el control de unos u otros. Las cajas que no son desviadas se transportan di- rectamente al almacén. Cecilio Lozano nos explica que en esta zona multifunción, el sistema informático a través de pantallas indica al operario el tipo de traba- jo a realizar; si tiene que corregir el contenido o comprobarlo. Para los artículos nuevos, se miden las dimensiones del producto para op- timizar el llenado de las cajas, de manera que tengan la menor cantidad de aire posible. Además de este control de calidad del pro- veedor, también las cajas que el sistema ha preparado y clasificado pasan por esta zona, donde se comprueba el contenido. De esta for- ma, se realiza un doble chequeo. Las cajas que no pasan por el control de ca- lidad van directamente al almacén a través del Interlink. Podemos definirlo como un “metro”, dice Cecilio Lozano, con sus paradas donde la mercancía sube y baja, recogiendo ropa de diferentes puntos y depositándola en las 1.200 salidas, cada una de las cuales está dedicada a un cliente. Las cajas que se generan en las diferentes salidas se suben de nuevo al Inter- link y van a los muelles de distribución, que se encuentran en la parte final de la nave. Un almacén automático para 343.200 cajas A poca distancia de la sala de control se en- cuentra la puerta de acceso al almacén. Mo- derno, luminoso gracias a un gran ventanal y 76 La sala de control ■ Situada en un altillo, la sala de control domina la totalidad de la superficie de la plataforma. Desde allí pueden controlar el correcto funcionamiento de la instalación completa. Si hay averías o cuellos de botella, nos explica Cecilio Lozano, el responsable se acerca, resetea y soluciona. Desde aquí se controla toda la parte mecánica y electromecánica, además de dar instrucciones al sistema sobre cómo y cuándo sacar el producto para las tiendas. SECTOR TEXTIL CONFECCIÓN Escáner