cas multinacionales. ¿La razón? Agustín Rovira, director técnico de la Oficina Comercio y Territorio, del Consejo de Cámaras Oficiales de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de la Comunitat Valenciana, la explica “el comprador del siglo XXI es alguien que utiliza su teléfono móvil como un centro de compras que le permite comprar cuando y donde quiere. En este contexto, el dueño o la dueña de un comercio de barrio debería aprovechar las posibilida- des, por ejemplo, de asociarse con otros de su mismo tamaño y, de este modo, construir espacios que ofrezcan servicios relacionados que se complementen entre sí. Así conseguirán crear ofertas mucho más atractivas para sus potenciales clientes”. No basta con abrir una tienda online Así es. La digitalización de un pequeño comercio implica ir más allá. Gary Turner es uno de los mayores expertos mundiales en software de contabilidad online. Según Turner, para el propietario de un negocio minorista, integrar tecnologías y conceptos digitales tan variados —y, a su vez, complementarios— como Big Data, internet de las cosas, realidad aumentada y virtual o App, significa, nada menos que “su propia supervivencia como negocio. Integrar tecno- logía y procesos online, en el día a día de su negocio, va a suponer, para el pequeño comerciante, multiplicar las posibilidades de su negocio en aspectos tan diversos como el análisis de la experiencia de usuario dentro de su propia tienda, gestión de los inventarios, trazabilidad de todo el proceso de producto, detección de errores y deficiencias en el propio concepto comercial de su tienda física, el análisis de la demanda y de la competencia, etc”. Resumiendo: la digitalización del pequeño comercio es un proceso complejo, pero estimulante... que puede ser una gran oportunidad. Que es (ya) una gran oportunidad.• 61 TRIBUNA DE OPINIÓN Offerfy utiliza técnicas de Machine Learning y geolocalización para facilitara los usuarios las ofertas más destacadas cerca de su posición y que más le pueden interesar. comerciante, a menudo, no tiene claro el objetivo de una inversión en este sentido. Esto se traduce en cierta indefinición estratégica a la hora de decidir qué pasos dar” añade Sánchez. Quitarse complejos Una de las tareas pendientes del pequeño comercio (en el mundo en general, y en España en particular) es perder el miedo a involucrarse en procesos de digitalización. Y es que dar este paso implica, para el empresario, cambiar su propia mentalidad y, también, modificar su modelo de negocio. Pero no tiene más remedio que hacerlo si quiere sobrevivir frente a las prácticas de las grandes franquicias y mar- 61 Para el propietario de un negocio minorista integrar tecnologías digitales implica su propia supervivencia.