EL PODER DEL UNIFORME 50 Vestir el uniforme adecuado genera productividad en el usuario La ropa con la que nos vestimos revela nuestra personalidad. Así lo aseguran varios estudios de sicología que demuestran como las prendas reflejan un tipo de comunicación no verbal que dice mucho de nosotros. Por eso existen ciertos empleos y algunas corporaciones que escogen códigos de vestuario para definir la imagen que quieren proyectar a sus clientes, proveedores y socios comerciales. Carmen Orús Un artículo del portal Business Insider indica que personajes como Mark Zuckerberg o Steve Jobs adoptaron un uniforme de trabajo. Si bien no se trata de un traje o de un atuendo clásico, su forma de vestir responde al ambiente distendido y crea- tivo de sus empresas. No deja de ser una forma de expresión de sus valores tanto frente a sus colaboradores como también ante sus clientes. Es lo que se espera de ellos. Sin embargo, la informalidad de su indumentaria también termina identificándolos como sucede con su plantilla de colaboradores. Por tanto, hace las veces de uniforme y transmite una identidad corporativa. El vestuario laboral forma parte del marketing de la empresa Estudiar cuál es la imagen que quiere transmitir una empresa es un paso imprescindible —o debería de serlo— para obtener un buen resultado con la apariencia de su plantilla. Del acierto en el diseño del logotipo, anagrama, tipografía, papelería, formato de e-mail y otros muchos detalles determinará lo que somos, pero, y muy importante, lo que podemos llegar a ser. Estos elementos marcarán con sus pinceladas nuestro establecimiento o fábrica, las relaciones con proveedores, clientes y clientes potenciales y, finalmente, la imagen de nuestro personal. Si estos pasos se dan correctamente y de la mano de expertos, nos encontraremos con una buena base en el momento del diseño de la uniformidad que, por supuesto, además de resultar atractiva, debe cumplir con requisitos como el confort, la calidad de los tejidos, la funcionalidad de acuerdo a la tarea a des- empeñar y la facilidad de mantenimiento. Solamente así, se logra que un empleado se sienta a gusto: vistiendo actual, sintiéndose confortable y con libertad total de movimiento. Lo cierto es que está ampliamente demostrado que las plantillas mejor uniforma- das sienten un nexo mayor por la empresa que se traduce en mayor productividad.