25 natural de la piel. Entre esas sustancias se encuentran los surfactantes (detergentes y agentes limpiadores) y solventes orgánicos (agentes diluyentes, mezclas desengrasantes), que disuelven las sustancias grasas, y también el agua. afrontar las importantes funciones que tiene encomendadas. ·Lavado El cuidado básico empieza en el lavado de las manos, un lavado suave que tenga en cuenta la elección del limpiador dérmico de acuerdo a los esfuerzos que soporta la piel, siempre en función del tipo y grado de suciedad. Las reglas para efectuar un lavado correcto son: -Eliminar suciedad con trapos de limpieza, evitando agentes abrasivos. -Verter la cantidad recomendada de limpiador, sin agua. Según la Asociación Europea para la Promoción de la Higiene de las Manos, los trabajadores deberán lavarse las manos y fregar las uñas con tanta frecuencia como sea posible. Al margen de la buena disposición del trabajador hacia una actitud higiénica, se necesitan unas instalaciones adecuadas para el lavado de las manos. Por supuesto, son inaceptables los lavabos con sucias pastillas de jabón que son un nido de gérmenes, dispensadores atascados, antihigiénicos tubos comunitarios de limpiamanos y cremas-barrera que atraen la suciedad. La capa córnea dañada se deshidrata más fácilmente, lo que conduce a su agrietamiento. Así, las sustancias dañinas pueden penetrar sin obstáculo, desarrollando una enfermedad de la piel. Incluso una pequeña exposición diaria (que no revela daños visibles en un largo periodo de tiempo) acaba superando el poder de resistencia de la piel y ocasionando una enfermedad de la misma. -Lavar las manos añadiendo agua gradualmente. -Aclarar las manos completamente con agua abundante. Incluso en lavabos limpios y bien mantenidos pueden encontrarse bacterias en el grifo del agua, los pomos de la puerta y las asas de las válvulas de descarga de las cisternas. Cuanta más gente comparte el lavabo, mayor es la posibilidad de una contaminación cruzada. HORECA natural, podemos establecer los requisitos más importantes que deben satisfacer los preparados de cuidado de la piel: -Mantener la elasticidad -Restaurar la humedad -Prevenir la deshidratación y el envejecimiento Son requisitos interrelacionados. El grado de humedad es esencial para el mantenimiento de la elasticidad de la piel. Ésta es regulada por la presencia de sustancias retenedoras del agua, como la urea o los aminoácidos, así como por las sustancias grasas que cubren la piel, y que evitan la evaporación del agua (pérdida de agua transepidérmica). En consecuencia, los preparados para el cuidado de la piel deben contener factores de humedad natural (NMF en el acrónimo inglés de “Natural Moisture Factors”) y poseer buenas propiedades de restauración de la grasa. Otras estrategias para la higiene de las manos Profilaxis de la piel -Secar bien las manos (evitar las toallas, es preferible usar toallas desechables que evitan la contaminación cruzada). ·Cuidados dérmicos La meta del cuidado de la piel es el mantenimiento y regeneración del efecto barrera de la capa córnea. Dadas las propiedades de la capa protectora Para concluir, sólo queda precisar que los establecimientos de hostelería, restauración y catering deben adoptar una estrategia global de cuidado de la piel para afrontar la guerra contra las bacterias. La simultánea mejora de la higiene y reducción de los problemas cutáneos es posible si se dispone de buenas instalaciones para el lavado- cuidado de las manos. Huelga insistir en la importancia del cuidado sistemático de la piel, que supone una protección específica antes y después del trabajo, lavado suave, y cuidado regenerador después del trabajo. La piel que recibe protección se mantiene en un estado saludable y puede *Manuel Domene. Periodista JOBWEAR 77 2o TRIMESTRE 2016