24HORECA iniciales, picor y un cambio estético sensibilizantes dérmicos. Los sensibilizantes (alérgenos) son sustancias que se introducen en el organismo a través de la piel, produciendo una hipersensibilidad, que dependerá de factores individuales, y que puede culminar con la aparición de un eczema cutáneo o dermatitis alérgica de contacto. Una vez que se ha producido la sensibilización, cualquier nueva exposición a la sustancia sensibilizante provoca una reacción de defensa del cuerpo, lo que conocemos como las molestas alergias. Si éstas se centran en las manos acabarán siendo invalidantes, con lo que el afectado puede dar por concluida su actividad laboral, además de ver mermada su calidad de vida, en el mejor de los casos. Las condiciones atmosféricas también suponen un factor de riesgo.Tan nociva es la exposición al sol como a vientos gélidos, que secan los aceites naturales que conservan la piel suave, produciendo una piel reseca y agrietada, predispuesta a las infecciones e inerme a los peligros que afrontan los camareros y otros oficios del sector. Los factores climatológicos afectan a nuestras sufridas manos, debiendo evitarse sus efectos nocivos, especialmente en aquellas actividades en que las manos ponen en riesgo la imagen de un establecimiento y la higiene de sus clientes. la temperatura corporal y el equilibrio del agua, es la base de las células sensitivas para la percepción de la presión, temperatura y dolor, teniendo también un significativo papel en la síntesis de la vitamina D. Incluso, células especiales del sistema inmunológico se extienden hasta el estrato externo de la piel, la epidermis. progresivo del estado de las uñas. Cuando la afección está avanzada, las uñas cambian ostensiblemente su aspecto y forma. La infección en la punta de los dedos puede llegar a ser dolorosa y provocar la propia caída de la uña, que antes se habrá mostrado frágil y quebradiza. La onicomicosis tiene un tratamiento complicado, por lo que cuesta imaginar al camarero desarrollando su trabajo con una rabiosa comezón en la punta de los dedos mientras sirve aperitivos en un cóctel. Sin contar el efecto añadido de la estigmatización social. Casi todas las enfermedades dermatológicas se producen en la epidermis, que tiene alrededor de 0,1 mm de grosor, y la capa superior de la epidermis (capa córnea) una décima parte de dicho grosor (0,01 mm). La capa córnea bien cuidada contiene una mezcla de agua, sustancias hidrófilas, y grasas (capa hidrolípida, conocida antaño como el “manto anti-ácido”. Estas sustancias son segregadas en las glándulas sebáceas y sudoríparas. ·Paroniquia Localizada también en las uñas, afecta a su contorno, causando la inflamación dolorosa del perioniquio. Esta dolencia se da por infección de la piel que rodea la uña a causa de una bacteria, hongo o virus. La infección se instala como consecuencia de traumatismos en la última falange del dedo, padrastros, mordeduras de las uñas, chupar los dedos, manicuras agresivas, etc. La higiene es vital para evitar un problema que incapacita la mano, además de ser indeseable en cualquier camarero o trabajador de la hostelería. Los síntomas se manifiestan con la formación de vesículas, pústulas y ampollas, además de una potencial supuración y la propia destrucción de la cutícula. El tratamiento médico-quirúrgico se requiere en los casos graves. La capa córnea, con su amalgama de células córneas (a modo de “ladrillos”) y sustancias grasas (a modo de “mortero” ligante), tiene una estructura similar a la de un muro de ladrillos, constituyendo la barrera de protección fundamental contra la penetración de sustancias extrañas. Cualquier sustancia/acción que disuelva/lesione los componentes de la capa hidrolípida y la capa córnea disminuye la efectividad de la barrera Sensibilización dermatológica Piel, barrera natural de protección Mientras hay dolencias con efectos visibles sobre los que se puede actuar con prontitud, existen otros efectos más insidiosos, como la sensibilización dermatológica que no conviene menospreciar porque sus efectos son igualmente dramáticos. Derivados del petróleo, disolventes y un sinfín de sustancias químicas tienen capacidad para actuar como La piel no es simplemente una superficie que envuelve al organismo y lo separa del entorno, ya que es el más extenso de los órganos humanos (alrededor de 1,5 - 2 metros cuadrados y una décima parte del peso corporal). La piel ejecuta numerosas e importantes funciones de protección: regula Las manos del camarero están sometidas a un escrutinio constante por parte de la clientela El guante, un posible aliado En HORECA, siempre que sea posible, se optará por el empleo de guantes. Según las aplicaciones, pueden tener desde una función meramente estética a la función de protección. El guante puede ser un aliado, o un enemigo, siempre que se use incorrectamente. El decálogo de las manos sanas y seguras incluye la observancia de unas sencillas normas sobre el uso de los guantes y la higiene personal. La buena práctica en este sentido consiste en descartar los guantes que se encuentren demasiado viejos o gastados, comprobar que no tienen defectos antes del uso, y no compartir los guantes, ya que con ello el campo de cultivo de bacterias y gérmenes que es el interior de un guante estará circulando por la comu- nidad de trabajadores y causando el contagio de afecciones de la piel. Por ello, será conveniente lavarse las manos antes de ponerse los guantes, curar y cubrir cortes y abrasiones y, en ningún caso, ignorar los signos de irritación o de erupción en la piel. Las enfermedades de la piel, tales como la dermatitis, nos pueden incapacitar y son la causa de la pérdida de cientos de miles de horas de trabajo cada año. JOBWEAR 77 2o TRIMESTRE 2016