19 La hostelería es un tránsito hacia otros destinos laborales para algunas personas en una posibilidad si no se actúa con prontitud en el fregado (y delimitación - señalización de suelos). Las alfombras (especialmente si son anti-fatiga) y moquetas suelen representar un beneficio para quienes pasan horas de pie y en movimiento entre las distintas dependencias. Sin embargo, los pliegues o roturas en la superficie de estos materiales deben subsanarse, pues cualquier irregularidad puede dar pie a tropezones, con posibilidad de caída, cuyas consecuencias pueden verse agravadas en función de lo que los camareros lleven en las manos. Por ello, también es preceptivo que este personal emplee calzado no deslizante, preferentemente con tacón bajo y suela de caucho adherente. Las zonas deben estar expeditas, además de libres de obstáculos peligrosos (cables sueltos, por ejemplo). Todas las alfombrillas del comedor deben ser antideslizantes o contar con un reverso de goma o similar. Las zonas del suelo donde se produzca la transición de moqueta a otro tipo de superficies (baldosas) deben estar debidamente señalizadas para advertir al personal. facilitan el paso con seguridad. La falta de prevención en aspectos tan básicos puede ocasionar lesiones al personal, siendo las más frecuentes los esguinces, traumatismos en las extremidades, lesiones cervicales y dorsales, y cortes o quemaduras ocasionados por la caída sobre objetos. El manejo de vasos y botellas comporta un peligro frecuente por cristales rotos. Los expertos recuerdan que, tanto empleados como clientes, corren el riesgo de ingerir accidentalmente fragmentos de cristales de vasos rotos, además de sufrir cortes en las manos u otras partes. Quemaduras y cortes inmediato. Tampoco deben Los camareros afrontan este riesgo, que deriva de posibles salpicaduras de líquidos calientes (sopas, caldos, café), o contacto con líquidos fríos, incluso productos que se encuentran a temperaturas de de congelación pueden adormecer las manos y reducir su flexibilidad y capacidad de agarre, aumentando el riesgo de padecer accidentes. congelación). Las temperaturas HORECA La prevención pasa por no llenar en exceso los vasos y platos al servir líquidos calientes en la mesa. En el caso de las sopas, hay que evitar las salpicaduras y el llenado excesivo de los platos. En el traslado de cafeteras-teteras (y su manejo en el salón), los empleados procurarán protegerse las manos (uso de una servilleta u otras medidas-barrera más específicas). “Para reducir estos riesgos –recomienda la Enciclopedia de la OIT- debe efectuarse una inspección periódica que detecte los vasos agrietados o los vasos que no estén en perfecto estado con fragmentos rotos. Todos se retirarán de cogerse varios vasos con una sola mano, introduciendo un dedo dentro de cada vaso, ya que pueden romperse al chocar unos con otros. Nunca debe usarse un vaso para recoger cubitos de hielo. Para poner hielo en los vasos debe emplearse un recogedor metálico. En caso de rotura de un vaso de cristal encima del hielo, hay que dejar que éste se derrita completamente”, retirando los fragmentos de cristal, con las manos adecuadamente protegidas. Mortalidad laboral entre los camareros Las leyes anti-tabaco han redimido al colectivo hostelero de unas de sus peores lacras laborales asociadas: las enfermedades respiratorias por la inhalación de humo (fumadores pasivos). Eliminado el tabaco en los bares, el periodo de latencia aún causará muchas víctimas laborales por exposición al humo. La Revista Canadiense de Salud Pública (79(3):194-7. Mayo 1988) se hacía eco a finales de los 80 de un análisis del ratio de mortalidad de camareros y empleados de barra entre las muertes registradas en la Columbia Británica entre 1950 y 1978. Según dicho ratio, la mortalidad predominante entre los camareros (varones) estaba relacionada con el alcohol y el tabaco. Se registró una incidencia elevada de cáncer bucal, esófago, laringe y pulmón. Las muertes debidas a bronquitis, enfisema, cirrosis, envenenamiento accidental por alcohol o drogas y homicidio también mostraban unos ratios significativamente elevados en el colectivo respecto al total de defunciones producidas en aquella zona en casi tres décadas. Los resultados para las camareras eran ‘comparables’, según el estudio, que apuntaba como causa el ‘estilo de vida’, a lo que cabría añadir obviamente la tipología del trabajo de camarero y sus riesgos asociados. La disposición del comedor es otro factor impor tante en accidentes. Los recodos y áreas de acceso difícil, la escasez de luz y las puertas estrechas son un riesgo dormido. Por el contrario, los ángulos abiertos y bien señalizados, y una iluminación suficiente en las inmediaciones de las puertas la prevención de JOBWEAR 77 2o TRIMESTRE 2016