31 En la decoración, tejidos de fibra óptica y componentes electró- nicos aplicados sobre la tapicería de los sillones, aportan lumi- nosidad al mueble. En el campo de la protección para el personal de industria nuclear, química, metalúrgica, minera y de la construcción, entre otras, así como para deportes de riesgo o contacto, los tejidos protegen de las llamas, el frío, la radiación, el arco voltaico, las agresiones físicas o las sustancias corrosivas. También se ncluyen tintas termocromáticas, que varían el color de la prenda en función de la temperatura, y se aplican por ejemplo en el camuflaje militar. En cuanto al ocio, los textiles inteligentes han pasado a formar parte de los espectáculos. En su última aparición, la cantante Ni- cole Scherzinger vistió un traje que se activaba por luminotéc- nica desde una señal emitida por Twitter. No hay sector de la economía que se mantenga al margen de las propuestas de esta nueva industria textil. Textiles técnicos Tejidos técnicos e inteligentes en España El estudio elaborado por la Fundación para la Innovación Tecnológica (Cotec) y la Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana (Ateval) apunta el potencial de crecimiento de este sector en España, especialmente en áreas como la sanidad, el medioambiente, la seguridad y el ocio, entre otras. ‘Estos últimos años—explica Andrés Borao, secretario gene- ral del Consejo Intertextil Español— no han parado de sur- gir nuevos tipos de tejidos especiales. De no ser por esta migración del sector de la indumentaria básica a la sofisti- cada, la industria hubiera sufrido aún más la crisis.Y sufrió mucho. Entre 2000 y 2013, el número de productores de te- jidos y fibras pasó de 6.160 a 3.800.Y el empleo bajó de 88.000 a 41.500 puestos de trabajo’. Los textiles de vanguardia están siendo parte de la solución al problema ya que, según apunta Marta Castells, directora del Centro de InformaciónTextil y Confección (CITYC),‘son los que más han crecido en los últimos cinco años’. En Eu- ropa y EE UU, las empresas que los fabrican parecen inmu- nes a la competencia de Asia. En España, el año pasado, las 225 empresas que hacen textiles técnicos facturaban en torno al 16% del sector (1.650 millones de euros), aun cuando solo suponen el 6% del total de firmas textiles exis- tentes. Las historias de éxito son frecuentes. Sport Wear Argentona exporta el 80%, de lo que produce y dobla su facturación cada dos años. Sobre Pont, Aurell y Armengol, que produce tejidos para el revestimiento de automóviles, su director de desarrollo, Luis Fernández, explica que “hace años abrieron una planta en República Checa y ahora otra en Marruecos”. Este auge es el resultado de una auténtica revolución tecno- lógica en el sector, impulsada por multinacionales químicas, textiles, de maquinaria industrial, centros de innovación y uni- versidades. “Tenemos la suerte —asegura Borao— de contar en España con centros de primera línea como Leitat, Cetemmsa o Aitex, que nutren a las empresas de nuevos materiales, siste- mas o productos a través de contratos de colaboración”. Están en el mercado prendas que absorben la transpiración y regulan su temperatura corporal, que funcionan por sistema de capas. En la indumentaria de esquí se ha conseguido la compre- sión por ingeniería gradual que ejerce la presión idónea en los lugares correctos, lo que permite acelerar un 30% el flujo san- guíneo de los esquiadores, snowboarders y freeriders y llevar más oxígeno a sus músculos cuando están en plena actividad, aumentando la potencia, la velocidad, la resistencia y reduciendo el tiempo de recuperación de cualquier amante de la nieve. JOBWEAR 72 No1 / 2015