para que no se les moje, otros prefieren llevarlo atado hasta arriba pero todos creen que es un uniforme bastante có- modo. Los trabajadores visten petos, al más puro estilo “worker”. Los chicos overalls de te- jido tejano, aunque sólo podréis ver el color más característico en el dobladillo del pantalón; y las chicas unos pichis de color crema y falda de tubo.Ambos llevan tiran- tes y algunos apliques de piel en el pecho y los laterales, que pueden quitarse, una op- ción muy acertada para conservar el mate- rial a la hora de lavarlos. “Siempre van cargados con el “Handy” y el monedero con el cambio” nos dice Chu Uroz cuando le preguntamos sobre la co- modidad del traje. Estas herramientas son necesarias y se acoplan al uniforme.Tiene un aire retro, la cintura es un poco más alta, parecida a la de los años 40 y todo pa- rece indicar que el lugar es un espacio que no descansa.““Working in progress” es la expresión que usamos para definir la pa- sión que mueve a la empresa”, nos cuenta Uroz. Ellas además llevan calcetines altos y espar- deñas blancas. Les da un aspecto retro a la vez que conecta con elementos del imagi- nario barcelonés. M-Store “Los uniformes tienen un estilo retro pero combinados con elementos modernos, es como nuestra cerveza se elabora de forma artesanal pero en tanques de Inox.” Aunque el aspecto se asemeja más a un trabajador de una producción en cadena que a un vendedor, debemos entender que la tienda Moritz no es como el resto de tiendas. Los vendedores pueden vender des de una camiseta hasta una navaja, pa- sando por una bicicleta y la reparación de esta. Son polivalentes, como el espacio, y es por eso que el uniforme debe adaptarse a todas las necesidades diarias. La Fábrica está integrada por diferentes es- pacios, uno de ellos es la vinoteca y el es- pacio polivalente, pero hay uno sin duda que llama la atención por su piel cam- biante. La M-Store conecta con la cervece- ría por un pasillo que desemboca en una antesala.Allí podéis encontrar revistas y pu- blicaciones del mundo, así como la posibili- dad de comprar pan y repostería.A continuación llegamos a la sala que recoge las exposiciones cambiantes de la tienda de Moritz. Los uniformes de la M-Store cambian cada vez que se cambia el concepto que reina en la tienda.Antes con el tema Souvenirs los trabajadores vestían con un color más oscuro y las chicas llevaban falda- pantalón. Predominaba el negro y el color naranja en un homenaje a Epidor. Unatienda“collector”que tieneunate- mática efímera pero un espíritu perenne. “Podríamos llamarla también “barrio-store” porque cualquiera puede entrar y comprar el diario, el pan, la litrona de cerveza, la ca- miseta para el nieto... y acabar tomándote unas bravas con una cerveza bien fría” nos explica de forma animada Chu Uroz Souvenirs era un recorrido por los diferen- tes lugares en el mundo donde podías en- contrar la cerveza Moritz.“Moritz juega en la Premiere, se distribuye por Alemania, Melbourne, Japón, etc. No se distribuye en España pero la gente no sabe que sí pue- des encontrarla por el resto del mundo.” Souvenirs tuvo tanto éxito porque la cer- veza conectaba con diferentes ciudades y podías encontrar algunos de los objetos más característicos de aquellos lugares en pleno centro de Barcelona. Jean Nouvel rediseñó el espacio, antes el muelle de carga, teniendo en cuenta su piel cambiante. La mesa central, llamada Enter- prise en una clara referencia a Star Trek, es la que siempre se mantiene. Es el elemento Uniformes con imagen 9 unificador de todas las exposiciones. “No nos quedamos solo con el abridor, “A mi me gusta cambiar el uniforme cada vez que inauguramos una nueva temática, da la sensación de que empiezas algo nuevo y nunca sabes como será hasta el día que abrimos” nos cuenta Marta Alba, una trabajadora de M-Store. buscamos objetos que fía Moritz. Món Kraft, la nueva exposición, es un culto a las materias primas y a los objetos que perduran, como por ejemplo, la navaja Opinel; así como su proceso. En una cerveza es importante el proceso para obtenerla.”, nos expone Chu Uroz el signifi- cado de esta tienda. Estilo retro Todos los detalles que pueblan hoy la M- Store te acercan a este mundo llamado Mon Kraft. Las bolsas de las bicis, los deta- lles de las estanterías, los productos que se venden y aquellos que se muestran en las paredes. El nuevo tema convier te a la tienda en una máquina del tiempo, una coctelera donde se mezcla procesos arte- sanales con productos modernos, una de- claración de intenciones por parte de Moritz. compar tan la filoso-