8Uniformes con imagen Moritz y su máquina del tiempo En pleno centro histórico de Barcelona, en Ronda San Antoni número 39, se en- cuentra plenamente integrada la Fàbrica Moritz Barcelona. Desde fuera se camu- fla con el resto de edificios y pocos ima- ginan que tras la cristalera se encuentra la fábrica original que Louis Moritz inau- guró en 1856. El espacio El edificio fue restaurado por Jean Nou- vel que reconvirtió el espacio sin perder ni un ápice de su espíritu. Lo moderno y Al entrar te sorprende lo diáfano que es, sus paredes de ladrillo se mantienen como si fuera ayer y los trabajadores entrasen a trabajar en los diferentes turnos de la fá- brica. Los carteles son una muestra de la creatividad yelADNdelamarca.Un ejemplo de su pasión por el diseño y el es- píritu de la ciudad donde en pleno siglo XX el cartelismo se convirtió en un arte para masas. Los colores como el amarillo, Chu Uroz, comisario de la Moritz Store lo tradicional se conjugan con arte en esta cervecería que tiene muy poco de convencional. “El universo Moritz está muy ligado con la gastronomía, el diseño, cualquier ma- nifestación de vida que al fin y al cabo es cultura.Tiene un punto de vista muy personal y genuino” nos cuenta Chu Uroz comisario de la M-Store. el azul, el rosa, el naranja te atraen al inte- rior del local y los carteles colgados te sor- prenden y agradan por igual. Poca gente pasa por delante del Elefante Rosa o el rey Baltasar sin soltar una sonrisa. una pieza, con goma en la cintura y una gran M en el pecho van de un lugar a otro. La vestimenta recuerda un poco a los me- cánicos. Fabricados en algodón y poliéster, de color negro y un poco anchos permiten que tanto los camareros que sirven las mesas como los que están tras la barra puedan desarrollar su trabajo sin ningún problema.Algunos enrollan sus mangas En la cervecería todo parece que funciona con un engranaje perfecto. Es posible que los uniformes de los camareros te ayuden a pensarlo.Vestidos con unos monos de JOBWEAR 71 No IV / 2014