Editorial Bangladesh pide a gritos una supervisión global de su sector textil Tras la tragedia del Rana, se han organizado alianzas en Europa y Estados Unidos creando un marco para supervisar la seguridad de los talleres o fábricas que están operativos en Bangladesh. El derrumbe, que acabó con la vida de 1.129 personas, ha marcado un antes y un después en la forma de operar de las multinaciona- les. Las fábricas textiles en el país suman 5.400, de las cuales ya se han inspeccionado 700. From the Editor Una gran parte de estas industrias incumple las normativas bási- cas en seguridad e higiene. Si bien hay que admitir que un buen número de empresas europeas y estadounidenses tienen sus pro- pias fábricas, en las condiciones que determinan las normativas in- ternacionales. Bangladesh in desperate need of global control of textile sector, for safety reasons Otro caso es el de las firmas foráneas que contratan directa- mente los servicios de talleres o industrias ya establecidos. En este tipo de colaboración se encuentran tanto fábricas en condi- ciones favorables como deficientes. Following the tragic incident in Rana, European and American companies have designed a system of technical inspections, and for factories and in workshops.The collapse at Rana Plaza killed 1,129 people, and marked a turning point in the way multinational companies are operating.With 5,400 textile industries in the country, some 700 factories have already been inspected. Sin embargo, el peor escalón en el modus operandi es el de aquellas multinacionales que subcontratan a través de terceros. Aquí entra el factor de la corrupción en el país que ocupa la posi- ción 136 de 175 en el ranking de los estados más corruptos, según la ONG Transparencia Internacional. El desastre de Rana evidenció que la corrupción está muy extendida entre los inspec- tores de seguridad, que son un obstáculo para garantizar un tra- bajo digno a los operarios. Hasta el momento, empresas europeas como Carrefour, H&M, o Mango han firmado el ‘Pacto sobre seguridad de edificios y contra incendios’, y las estadounidenses Walmart, Gap,Target o Kohl’s han creado la ‘Alianza para la seguridad de los trabajadores de Bangladesh’. Sin embargo, las normativas europeas son vinculantes y las de Estados Unidos no, lo que incrementa la desorientación en el país cuya fuente principal de riqueza es el sector textil. Mientras, los afectados y las familias de las víctimas de suceso de Rana, siguen esperando una indemnización que no llega. Desde este editorial, queremos hacer llegar a aquellas empresas del sector, que trabajan directa o indirectamente con la industria textil de Bangladesh, la petición de que hagan lo posible por unir sus fuerzas en pro de la mejora de las condiciones de seguridad e higiene de los trabajadores textiles de aquel país. Most of these industries fail to comply with basic safety and hygiene standards.Though it must be said that many European and American companies have their own factories complying with international standards. Foreign companies outsourcing production and services, use local workshops and factories. In these cases, conditions vary, from good to critical. Multinational companies delocalizing and outsourcing are subject to the corruption of a country listed 136 among 175 according toTransparency International NGO.The disaster at Rana revealed corruption is widespread and a usual practice among safety ins- pectors and this means bad work conditions for people. European companies like H&M, Carrefour or Mango have signed an Agreement on building and fire safety measures, while Ameri- can Walmart, Gap,Target and Kohl’s signed the Alliance for the sa- fety of Bangladesh workers.The decision, instead of uniting workers, has created additional tension.The European Agreement leads to liability, as opposed to the American. In the meantime victims of Rana and their families are still awai- ting compensation. This editorial seeks to let textile companies know that, whether directly or indirectly linked to the textile sector in Bangladesh, the situation calls for everyone’s efforts towards improving work and hygiene conditions for textile workers in that country. JOBWEAR 69 No II / 2014