Hay muchas más alternativas para elegir. Por otra parte, en de- terminados sectores de los servicios el ingrediente moda ha adquirido importancia. ¿Qué porcentaje del volumen de ventas tienen los productos que fabrican ustedes, los de otros fabricantes nacionales y los de importación? Un 40% son de producción propia, otro 40% de fabricantes na- cionales y un 20% de importación. Una oferta tan diversificada obliga a trabajar con múltiples pro- veedores. Así es. Sin embargo, nuestra filosofía es que el proveedor se con- vierta en un partner, que nos dé una respuesta inmediata y se sienta parte de la empresa.Y nosotros le correspondemos con fi- delidad. Por esta razón limitamos al máximo el número de prove- edores. En buen ejemplo lo tenemos en el calzado.Trabajamos únicamente con productos de una excelente marca. Con el desabastecimiento de materias primas que sufre el mer- cado, ¿tienen problemas de suministro? La situación nos afecta. De vez en cuando se prolonga el tiempo de la entrega. Sin embargo, tratamos de solventar las necesidades con nuestro gran stock. Defínanos el perfil de sus clientes. Como he mencionado anteriormente, en su mayoría son empre- sas que tienen entre veinte y cien trabajadores, así como también autónomos. Mientras que un 25% de nuestras ventas son a orga- nismos públicos o a empresas participadas por el sector público. Disponemos además de un equipo de agentes comerciales que se recorren toda la Comunidad. En su conjunto, ¿qué nivel de calidad presentan los productos que comercializan? Se sitúan en un nivel medio-alto. Háblenos de los proyectos de Uniformes Costa del Sol a medio plazo. Nuestro objetivo es seguir abriendo establecimientos en nuestra zona de influencia. Nunca elegiremos localidades demasiado ale- jadas de nuestra sede, ya que uno de nuestros valores añadidos es el servicio inmediato. La proximidad con el cliente permite además una atención especial. Hemos sumado a nuestra oferta vestuario y calzado para la industria de la alimentación, uniformes para colegios y equipos de protección individual