74/Uniformes con imagen 56 Hotel Illa D’Or La elegancia de un clasicismo puesto al día Inaugurado en 1929, este singular hotel situado en el rincón más apacible y privilegiado de la Bahía de Pollença ofrece un excelente servicio tradicional en un ambiente distinguido y familiar, habiendo evolucionado y manteniendo el carácter y la calidad del servicio. A lo largo de su dilatada trayectoria, los directores del hotel han sabido proyectar en sus funciones la filosofía y espíritu de servicio de la familia fundadora y de sus descendientes, transmitiendo estos valores a sus colaboradores. El establecimiento mantiene el auténtico estilo de la elegancia clásica de antaño. Su situación en un entorno verdaderamente inigualable, ha sido el marco en el que personajes muy ilustres han disfrutado de buenos momentos. Según Miguel Salom, director del hotel desde el año 2000: “Nuestro objetivo es incrementar la calidad, estar por encima de nuestra calificación de cuatro estrellas. Contrariamente a lo que se está experimentando en el sector, en los últimos 12 años nosotros hemos contratado más personal porque hemos ampliado los servicios y hemos querido apostar por la garantía del servicio personalizado”. Hace unos meses el hotel optimizó el menú de sus dos restaurantes incluyendo platos más elaborados. En un corto espacio de tiempo, ha conseguido un 4% más de satisfacción por parte de los comensales. “Aunque el hotel lo administra una sociedad anónima, sus miembros pertenecen a la misma familia, son la tercera y cuarta generación de sus fundadores. Les preocupa el hotel su imagen y el bienestar de sus huéspedes y no escatiman en inversiones. Por otra parte, el factor humano es decisivo en un servicio personalizado como el nuestro. Contamos con profesionales que llevan en plantilla muchos años y seleccionamos al personal más capacitado”. Un servicio con una imagen impecable En la actualidad, el hotel Illa d’Or cuenta con 85 empleados en temporada alta. Con el objetivo de adaptar la profesionalidad del personal a los requerimientos de un moderno hotel de cuatro estrellas, la dirección organiza numerosos programas formativos. La imagen de clasicismo del hotel se extiende a la indumentaria de su personal, que viste de manera impecable. En recepción, se usan traje gris con corbata azul. En exteriores, las mujeres llevan blusa blanca con cuello mao y falda negra. Los camareros visten camisa con cuello mao, mientras que el maître utiliza guayabera blanca. Quienes atienden el bar van de azul claro, con guayabera el barman y con camisa mao los camareros, que combinan con un pantalón azul marino. El personal de las piscinas lleva polo azul celeste y bermuda blanco. En el servicio de sala los camareros visten el clásico chaleco negro con pantalón negro, “La imagen de clasicismo del hotel se extiende a la indumentaria de su personal camisa blanca y corbatín. El atuendo del sumiller y del maître es camisa negra con cuello de tirilla, faja satinada y pantalón negro. De muy elegante puede calificarse el traje chaqueta de la gobernanta, gris azulado tipo lino en conjunto con una camisa blanca. En la cocina se alternan dos tipos de uniforme de acuerdo al horario de servicio, chaqueta blanca con pantalón gris o todo el conjunto en negro. Finalmente, las camareras del servicio de habitaciones usan batas de finas rayas en blanco y celeste con delantal blanco. El proveedor de vestuario del Hotel Illa