Smart Cities_IS28

ENTREVISTA / EN PORTADA 11 concepto de ciudadanía o la adopción generalizada de sistemas de saneamiento y alcantarillado. La Covid-19 no ha sido una excepción y ha evidenciado la necesidad de potenciar la resiliencia de las urbes y de implementar sistemas de gestión ciudadana descentralizadas y telemáticas. En este sentido, la pandemia seguramente ha rebajado la urgencia de algunas mejoras y el rápido despliegue de determinadas tecnologías. En los próximos años veremos un aumento en el uso de servicios públicos ‘contactless’, la inteligencia artificial (IA) irrumpiendo profundamente en el tejido de nuestras ciudades e incluso la congestión del tráfico frenada por nuevos esquemas de teletrabajo. Todo ello será materia de análisis y debate en la próxima edición del congreso. Pero al final, el objetivo es sigue siendo el mismo: transformar las ciudades para hacerlas mejores, más sostenibles y más habitables para sus ciudadanos. Las ciudadesmás digitalizadas, ¿han respondidomejor a la situación creada por la pandemia? ¿Puede citar algunos ejemplos? La digitalización de los servicios ha sido indudablemente una herramienta muy útil para superar y gestionar la pandemia. Si los servicios municipales estaban digitalizados y los ciudadanos pudieron acceder a ellos de manera remota, las ciudades fueron capaces de seguir ofreciendo servicios y gestionando los recursos durante el confinamiento. Pero, además, la digitalización también permitió hacer un seguimiento de la pandemia y compartir los datos de manera directa con los ciudadanos. Por ejemplo, Chicago usó datos anónimos de teléfonos móviles para analizar patrones de movilidad y rastrear si las personas se aislaban como correspondía. En Helsinki, el ayuntamiento mantuvo un Grupo de Operaciones Especiales que utilizó datos de plataformas de tecnología digital y análisis de escenarios para informar su toma de decisiones a los ciudadanos de manera directa y sin intermediación. Mientras, en Seúl, la plataforma de datos encuadrada en su filosofía ‘citizens as mayors’, ciudadanos como alcaldes, los habitantes de la capital coreana podían acceder al panel de control municipal que ofrecía toda la información anonimizada desde la edad, el sexo y las fechas de contagio de pacientes confirmados, así como qué sitios visitaron y cuándo. Con ello brindaron a los ciudadanos la información necesaria para tomar medidas de precaución, control de la pandemia e información sobre focos de contagio. “El objetivo último de las ciudades inteligentes es crear entornos más habitables para sus ciudadanos”, subraya Valenti.

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