GESTIÓN URBANA Vázquez acumula 38 años de actividad en Emulsa, una de las empresas fundadoras de Anepma. “Al principio”, rememora, "el colectivo estaba integrado por ocho empresas munici- pales, y ya antes de la constitución de la asociación se celebraban reuniones en las que compartíamos inquietudes e información, por lo que a algunos compañeros los conozco desde hace unos 30 años." Durante las casi tres décadas de actividad de Anepma las empre- sas que forman parte de este colectivo, que da servicio a unos 12 millones de residentes en España, han ido ampliando su ámbito de actuación y en la actualidad se están erigiendo en impulsoras de la Economía Circular. ¿Cómo ha cambiado la asociación desde su fundación? ¿Cómo se ha adaptado a los cambios vividos por la sociedad, en la que la preocu- pación medioambiental ha crecido tanto? Enormemente, porque las empresas municipales del sector éramos, sobre todo, empresas de servicios municipales. Uno de los cam- bios más importante se produjo cuando la gestión de los residuos empezó a considerase de otra forma. Quizá la aprobación de la Ley de Envases y de la Ley de Residuos de 1998 aceleraron esos cambios, que propiciaron un cambio de actitud por parte de las empresas, que empezaron a encarar su acti- vidad desde un punto de vista medioambiental. De hecho, alguna de las primeras integrantes de Anepma eran empresas de limpieza, pero luego fueron incorporando tareas y enfoques que le otorgaron un perfil medioambiental. Hubo un cambio legislativo grande, luego funcional y también tec- nológico. Aunque sigue siendo un sector en el cual el capital humano continúa siendo muy importante, la tecnología se ha incorporado de una forma muy importante, tanto a nivel de recursos como de gestión. Si analizáramos la evolución de las empresas nos encontraríamos con una etapa en la cual se incorpora la tecnología pesada, de pro- ducción, tanto en la gestión de residuos como en la limpieza viaria, que son las principales tareas a las que nos dedicamos los socios de Anepma, aunque alguna de las empresas que forman parte de ella también realizan otro tipo de servicios. Esta primera etapa es en la que se va incorporando este tipo de tecnología, que permitió incre- mentar la productividad y organizar de otra forma las tareas que se llevaban a cabo. En esta última etapa creo que ya es cuando las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) permiten que la gestión sea cla- ramente diferente. Si a eso le añadimos aspectos relacionados con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), la importancia que están adquiriendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y desde luego la Economía Circular, evidentemente el reto y la visión de las empresas municipales se ha ampliado enormemente. Da la impresión de que ahora mismo el principal reto es integrar la Economía Circular en la actividad de las empresas dedicadas a la gestión de residuos. ¿Cómo encaja esa labor con la actual gestión de los residuos? Cuando se representa el ciclo de la Economía Circular se establecen varios tipos de actores. Por un lado, los agentes económicos que operan en el mercado de la oferta, aquellos que suministran pro- ductos y servicios al mercado y, por otro, están los ciudadanos, los "La principal fortaleza de la gestión directa es que los objetivos que tiene la empresa municipal son exactamente los que tiene la administración local y/o autonómica. Estamos totalmente comprometidos con la prestación de los mejores servicios a los ciudadanos" consumidores, que deben realizar un consumo responsable. En ter- cer lugar, están las empresas que gestionan los residuos. Nosotras debemos desempeñar una actividad muy activa respecto a la reuti- lización y el reciclado. Es cierto que en la jerarquía en la gestión de los residuos establece, en primer lugar, la reducción del consumo de materias primas en la elaboración de productos. En este sentido, las ciudades tienen la obligación de establecer un programa de reducción de residuos y eso es absolutamente Economía Circular, pero es cierto que ir en esta línea exige producir y consumir de una forma diferente a la actual, dejar de hacerlo de forma lineal evitando, en la medida de lo posible, la generación de residuos y, si es posible, incorporarlos como materiales secundarios en otros procesos productivos. Por lo tanto, hay muchos actores que deben implicarse en este cambio y entre ellos, evidentemente, la Administración a todos los niveles para incentivar el ecodiseño y la eco-distribución de bienes y productos. Creo que las empresas del sector, además de ese papel relacionado con la mejora del reciclaje, también tenemos que promover la reu- tilización y erigirnos en generadores de esa Economía Circular, que beneficia a las empresas que gestionamos residuos, puesto que nos permite cumplir el primero de los principios en la jerarquía de residuos, que es precisamente el de la prevención de su generación. Por eso también, al ser empresas municipales -y esto es algo que en Anepma tenemos como parte sustancial de nuestra actividad- es dar más energía a ese impulso, aunque haya cuestiones que estén más allá de nuestra actividad. Podemos ayudar a los consumidores a la hora de realizar un consumo más responsable. Además, nuestros propios procesos de prestación de servicios deben ser cada vez más circulares. Porque nosotros también con- sumimos productos y servicios relacionados con la compra verde, adquiriendo materiales que procedan del reciclado. 43 >>43