ILUMINACIÓN En un entorno legislativo tan complejo, la industria de la ilumina- ción puede tomar ejemplo de sectores tales como la automoción, la electrónica de consumo y los electrodomésticos, que además del marcado CE se han visto afectadas por las nuevas normas de protección de datos. Sin embargo, en el ámbito de la protección del medio ambiente, la industria de la iluminación suele ser pionera. Casi ninguna otra industria ha hecho más para optimizar la huella ecológica de los productos que fabrica: La tecnología LED ha permitido un mayor ahorro de energía añadiendo funcionalidades a las instalaciones de iluminación. Lo mismo es posible con la facilidad de uso y la llamada ‘Economía Circular’. Uno de los cuatro lazos del diagrama es el mantenimiento de los productos en uso para prolongar su vida útil técnica y económica. Esto no sólo es bueno para el medio ambiente y el usuario final, sino que también está abriendo las empresas de iluminación a nuevos modelos de negocio, siendo la evolución hoy similar a lo que se ha visto en otros sectores industriales tales como la indus- tria informática, en la que fabricantes como IBM y Microsoft están avanzando hacia un modelo de negocio basado en contratos de servicios en lugar de contratos de proveedores de productos. En la industria de la iluminación, esta tendencia se encuentra todavía en una fase temprana y es más evidente en el mercado profesional de transacciones entre empresas. El modelo Lighting-As-A-Service se ha probado en aeropuertos y almacenes, por ejemplo, y también es común en algunas áreas municipales, como el alumbrado público. Los beneficios para la industria de la iluminación de avanzar hacia luminarias inteligentes, conectadas, son numerosos. Crea nuevas oportunidades para que los profesionales puedan ofrecer a sus clientes un valor añadido a través de las funciones de monitoriza- ción y mantenimiento. Además, como proveedores de servicios, los fabricantes se vinculan mucho más con sus clientes, lo que les permite construir relaciones más sólidas. 35 A medida que, tanto la industria de la iluminación, como la agenda de la UE evolucionan, hay cada vez más enfoques políticos que hay que supervisar y ayudar a gestionar. Las regulaciones relacionadas con la energía y el medio ambiente siguen siendo las más relevantes y numerosas. Entre ellas las leyes que regulan el uso de sustancias peligrosas, la durabilidad y la reparabilidad, las destinadas a reducir al mínimo los dese- chos y la cantidad de éstos que terminan en los vertederos, las relativas a eficiencia energética, el etiquetado energético y el diseño ecológico. A todo ello se suman las normas del mercado interior y, en par- ticular, los complejos paquetes legislativos en el ámbito de la digitalización y la economía de datos. Estas regulaciones afectan a una amplia gama de industrias que se están adaptando para aprovechar el potencial que ofrece la aparición de los grandes datos y del Internet de las cosas (IOT).