53 ENTREVISTA Pau Garcia-Milà (Olesa de Montserrat, 1987) es un innovador apasionado por la tecnología y la comu- nicación. Fundó su primera empresa, eyeOS, a los 17 años, que fue posteriormente adquirida por Te- lefónica. Obtuvo un importante reconocimiento por su trabajo, recibiendo entre otros el premio al Inno- vador del Año en 2011 por el MIT (TR-35) y el pre- mio de los Príncipes de Asturias y de Girona ‘Impulsa Empresa 2010’. También es autor de tres libros sobre innovación y espíritu empresarial, y es presentador y colaborador habitual en Radio y Tele- visión. Pau es además el profesor asociado más joven de Esade (en el Master en Digital Business), y colabora con las escuelas de negocio IMD y Esoen. ducir un coche de gasolina pensamos que la vibración viene de las imperfecciones de la carretera, pero muchas veces viene por la vibración del motor de combustión. En un eléctrico parece que flotas, y al no hacer ruido, es como si el coche simplemente avanzara porque hay pen- diente y está el motor apagado. ¿Pasó nervios pensando que la autonomía del coche no iba a ser suficiente para llegar hasta el siguiente punto de la etapa? ¿Cuántos kilómetros duraba aproximadamente cada carga? Nervios realmente no, ya que el viaje estaba muy bien planificado y sabíamos dónde parar en cada etapa. Lo que sí que descubrí fue que era muy divertido “jugar” con la autonomía. Ir más lento en las bajadas para recargar, por ejemplo. La diferencia era que llegábamos al punto de carga con más de 50 kilómetros de sobra, cuando el cál- culo inicial decía que llegaríamos con 30. Con una carga completa, hacíamos 140 sin problemas. Eso sí, con la conducción eficiente en mente. ¿Cómo realizaba la carga el vehículo eléctrico? ¿Se puede cargar desde cualquier punto? ¿Cuánto tiempo tarda en cargarse la batería del coche al 100%? Hay muchos tipos de cargas, y en el viaje las probamos todas. Cargas ultra-rápidas (no nos daba tiempo ni a comer y el coche estaba ya al 100%), cargas rápidas (2- 3-4 horas), y cargas lentas en un enchufe normal, donde lo dejábamos toda la noche. Su reto incluyó una visita a la comisaría de Haro. ¿Puede contarnos qué sucedió? Al llegar a Haro vimos dos Zoe igual que el mío con las luces encima. ¡Eran coches patrulla! Además, delante de la comisaría había una zona de carga. Así que le pedimos al policía (Dani) si podíamos cargarlo, y se ofreció a en- señarnos Haro desde “su” Zoe. Y allí empezó la aventura. Fue muy divertido. ¿Cree que este reto ha ayudado a romper los tópicos que existen sobre los vehículos eléctricos? Me gustaría pensar que sí. Mi objetivo es que la gente que lo viera en televisión pensara "si este tío puede irse de Bar- celona a Galicia, a mí me será útil para mi día a día. Y de repente, si 20 millones de personas piensan esto, tene- mos un país mucho, mucho, mucho menos contaminado. Desde su punto de vista, ¿cuáles son las barreras que frenan un mayor desarrollo del vehículo eléctrico en nuestro país? Hay varias barreras. Necesitamos muchos más puntos de carga en la calle, hacer pedagogía y explicar que esto de los coches eléctricos no es el futuro, que es el pre- sente, que ya existe. Pero son cosas que con el tiempo se solucionarán, y parece que irá rápido. ¿Tiene previsto algún reto similar para el futuro? ¿Algún trayecto más largo? ¡Ojalá! Hay una idea que da vueltas en la cabeza desde hace tiempo, que completa la aventura anterior y la ex- tiende... pero sin decir nada ya he dicho demasiado. ¡Ojalá la podamos ver pronto! I Pau García-Milà con su Renault Zoe en el Centro Niemeyer en Avilés (Asturias). panorama