TRIBUNA DE OPINIÓN 82 o dicho de otra manera más coloquial, el rendimiento energético instantáneo, con una periodicidad determinada en función de la potencia térmica. Sin embargo, a día de hoy, me encuentro todavía con instalaciones en las que no se está realizando de manera perió- dica esta medición. Me centraré en las máquinas que emplean agua como fluido secun- dario, es decir, enfriadoras de agua, por ser las más extendidas en su uso en instalaciones térmicas de cierta importancia. Este método se basa en la toma y evaluación de datos de funcionamiento corres- pondientes a los fluidos externos a la máquina, para lo cual no se necesitan equipos excesivamente complejos ni costosos. En este método las potencias instantáneas se determinan en el lado exte- rior, aplicando las leyes físicas del intercambio de calor sensible, sin cambio de estado, que se utilizan para el diseño de cualquier intercambiador de calor. De manera resumida, podemos afirmar que la obtención del rendimiento instantáneo del equipo frigorífico consiste en el cociente entre la energía térmica entregada por la máquina y la que ésta consume para generar la anterior, y es apli- cable tanto a los equipos funcionando en régimen de refrigeración como en calefacción. Deberemos obtener, por un lado, la energía entregada por la enfriadora y por otro la consumida por la misma. Para la energía que la máquina nos entrega necesitamos medir las temperaturas de entrada y salida del agua al intercambiador, es decir, del agua enfriada que enviamos a las unidades interiores de nuestra instalación, lo cual nos dará el salto térmico, y además se debe obtener el caudal de fluido que circula por el intercambiador. Conociendo estos dos valores aplicaremos la siguiente fórmula: Pot = Q x ρ x Ce x ΔT Cada uno de los términos se corresponden con lo siguiente: • Pot es la potencia térmica transferida al agua, o lo que la máquina me entrega, dicho de manera coloquial. • Q es el caudal volumétrico de agua circulando por el intercambia- dor. Veremos a continuación cómo podemos obtenerlo. • ρ es la densidad del fluido, en nuestro caso agua, valor conocido y tabulado, y que nos permitirá obtener el caudal másico a partir del volumétrico. Con suficiente aproximación, se puede emplear un valor de 1 kg/dm3 en los valores de presiones y temperaturas en los que normalmente se encuentra el agua de una instalación de refrigeración, o si queremos afinar más, podemos consultar el valor concreto para las condiciones de medida en tablas. Ejemplo de curva características de una bomba. • Ce es el calor específico del fluido, en nuestro caso, nuevamente agua. Un valor que nos proporcionará unos resultados suficien- temente aceptables es el de 4.18 kJ/kg K, pero como hemos señalado para la densidad, puede emplearse también el valor con- creto para las condiciones específicas de cada toma de muestras. • ΔTeselsaltotérmicodelfluidoexternoenelintercambiador,es decir, lo que se ha enfriado o calentado el agua en su paso por la máquina y que hemos medido con un termómetro. Por supuesto no es necesario decir que si nuestra instalación no emplea agua si no algún tipo de salmuera o solución específica, deberemos obtener y emplear los valores específicos para el fluido existente en la instalación, por ejemplo, solicitándolos al fabricante. Pues llegados a este punto, para obtener la energía entregada por la enfriadora nos queda un parámetro clave: la obtención del caudal. Lo fácil sería que la instalación dispusiese de un medidor de caudal que nos facilitaría mucho el procedimiento, pues la obtención sería inmediata, pero esto no suele ocurrir, especialmente en las instala- ciones con cierta antigüedad. Emplearemos entonces un método alternativo, basándonos en la diferencia de presiones existente a la entrada y salida del agua en el evaporador o en la bomba circuladora. Mediremos, por lo tanto, con un manómetro, bien las presiones de entrada y salida al evaporador de la máquina, bien las presiones de aspiración e impulsión de la bomba que hace circular el agua por el evaporador de la máquina. Necesitaremos en este caso apoyarnos en documentación proporcionada por el fabricante, mediante las curvas características de pérdida de carga/caudal de los menciona- dos dispositivos donde estamos realizando las lecturas de presión. En el caso de la bomba, nos podrá permitir una mayor precisión a la hora de obtener el caudal realizar la lectura de la potencia consu- mida de la misma así como la presión existente a caudal cero. En la imagen podemos ver un ejemplo de una curva característica de un circulador, donde se puede obtener el caudal teórico circulante para la pérdida de carga correspondiente. Obtenido este valor, ya ten- dremos todo lo necesario para aplicar la fórmula que hemos visto con anterioridad. Así pues, teniendo un poquito de cuidado con las unida- des a la hora de hacer los números, ya habremos obtenido la energía entregada por la máquina, o como lo llamamos coloquialmente, “lo que la máquina me da”. Pero hemos visto que también necesitamos cono- cer la energía consumida por la enfriadora, es decir, la energía que está empleando para generar esa energía térmica que hemos calculado. Este proceso es más sencillo que el anterior, y para ello podemos emplear directamente un analizador de redes, que conectaremos directamente a la acometida eléctrica de la enfriadora. La ventaja de este tipo de equipos es que nos dará directamente la poten- cia consumida, pues realiza todas las medidas necesarias para su obtención, tanto la intensidad como la tensión y el factor de potencia. Cierto que no es fácil en ocasiones disponer de este tipo de equipos, además de que son relativamente costosos, por lo que también podremos emplear una pinza amperimétrica con voltíme- tro. La tensión de fase la obtendremos por medición directa de la tensión instantánea en las bornas generales de entrada al equipo, y para equipos trifásicos, que serán los más frecuentes, se medirán las tensiones entre las tres fases y se calculará la media aritmética de los tres valores obtenidos. La intensidad de fase total absorbida la mediremos con la pinza amperimétrica en los conductores gene- rales de suministro a la máquina, preferentemente a la salida del