DOSSIER EDIFICIOS DE CONSUMO DE ENERGÍA CASI NULO 24 Energía solar, térmica y fotovoltaica. Las reducciones de consumos, la eficiencia de los equi- pos, la disminución de emisiones en definitiva, depende de los componentes de este cerramiento. El aislamiento ha de estar en las mejores condiciones, los revestimientos deben garantizar la estan- queidad y la permeabilidad al vapor, los puentes térmicos deben estar localizados y controlados, ya que cualquier variación de esta normalidad hará dispararse el consumo y no podrá conseguir los objetivos exigidas a un edificio de consumo de energía casi cero. En cuanto a los equipos tendrán que tener en cuenta dos necesi- dades: su propia función y la máxima eficiencia energética, no solo individual si no colectiva. Por descontado, la prioridad de un equipo es su uso, su utilidad, en definitiva su función. El concepto clásico de mantenimiento era conseguir esta optimización, es decir, que no tenga averías, que dure el máximo tiempo posible y que su seguridad sea absoluta. Ahora tendremos que pensar en un concepto nuevo, el mínimo consumo posible o incluso en muchos casos su aportación energética. Estamos incorporando nuevas instalaciones, nuevos elementos, nuevos equipos, que consumen energía pero que en muchos casos la aportan o al menos reducen el consumo global. Los edificios EECN han de compensar la energía consumida con la producción equiva- lente. Por ello hay que conseguir un consumo mínimo para tener un requerimiento también mínimo. Aquí es donde entra en escena la unidad del edificio y su comportamiento global. Los nuevos mantenimientos se deben estudiar como una gestión global. Debemos pensar en la figura de un gestor del edificio más que un mantenedor parcial. No se puede tener en el caso de un EECN mantenedores aislados que solo observen sus productos sin tener en cuenta los otros que en muchos casos pueden alterarse con interferencias funcionales. La complejidad de la nueva gestión energética.