Figura 1: Aerorrefrigeradores horizontales y en 'V'. Los sistemas adiabáticos obligan a considerar ciertas precauciones en su diseño para que el funcionamiento sea el deseado y la dura- bilidad del equipo no se vea comprometida. Su correcta ejecución pasa por el empleo de sistemas nebulización de alta presión, que permitan la evaporación del agua y el consiguiente enfriamiento del aire, no mojando la batería ni los componentes eléctricos/electróni- cos. Es importante además utilizar agua de alta calidad química (no incrustante ni corrosiva) y biológica (libre de microorganismos como Legionella). Los sistemas diseñados por el fabricante del equipo (Figura 2) tienen en cuenta todos los aspectos anteriormente citados, incorporando incluso los sistemas de tratamiento físico-químico del agua. Sin embargo, no es extraño encontrar instalados sistemas diseñados por el propio usuario donde no se han tenido en cuenta las consideraciones anteriores, originándose alguno de los siguientes problemas: • Formación de incrustaciones en la batería, reduciéndose por una parte el paso de aire, y por otro la capacidad de disipación de calor. • Corrosión de la batería, provocando reducción de la vida útil de este componente. • Proyección de agua sobre componentes eléctricos y electrónicos con IP inadecuado. • Gasto excesivo de agua por diseño incorrecto de la nebulización. • Posibles riesgos sanitarios por desarrollo de Legionella. Todo ello, además de reducir la capacidad operativa y la e ciencia de la unidad, puede provocar problemas de seguridad y abilidad, así como averías, reduciendo la vida útil del equipo. Figura 2: Esquema proceso con aerorrefrigerador adiabático. CLIMATIZACION >>43