Rehabilitación integral de edificios po Lledó, Danfoss, Sistemas Polo, Tecnilógica, Isde, Ebuilding y Uria Menéndez, sin cuya colabo- ración no hubiésemos podido llevar a cabo este proyecto. El proyecto empezó en el ámbito residencial, con la iniciativa Madrid RENOVE Rio; continuó en el sector terciario, con el Madrid RENOVE Hoteles; dio el salto al entorno municipal, con el proyecto Madrid RENOVE Municipios, dónde se ha amplia- do la rehabilitación al ámbito urbano en la iniciativa RENOVE Móstoles Centro, y por último, un Ma- drid RENOVE Fuencarral, de ámbito urbano del barrio, en pleno proceso de desarrollo y participa- ción ciudadana. Madrid RENOVE Rio Para la primera iniciativa Madrid RENOVE era importante elegir un lugar que tuviera visibilidad para que muchos vecinos del entorno y ciudadanos de cualquier zona pudieran seguir el reto y ver de cerca las mejoras conseguidas. Por eso se pensó en Madrid Rio, emplazamiento que cuenta con una regeneración urbana ejemplar que ha convertido esta zona de Madrid en un lugar muy visitado, pero con la asignatura pendiente jus- tamente de la renovación de sus edificios, por lo que era el entorno perfecto para hacer una actua- ción repetible y con mucha visibilidad. El concurso para elegir el edificio se convocó a principios del mes de julio, después de una cam- paña de publicidad directa, repartiendo informa- ción por las comunidades de vecinos, en las Juntas Municipales de Distrito, en los kioscos y espacios de reunión, incluso con acciones de participación infantil en el propio Madrid Rio. El jurado eligió en el mes de octubre como edifi- cio ganador del reto la torre de once plantas situa- da en el no 2 de la Avenida de Manzanares, cons- truida en 1967, donde los 46 vecinos que habitan en ella iban a protagonizar el primer proyecto Ma- drid RENOVE. Las primeras reuniones no fueron fáciles, no to- dos los vecinos querían subirse a un barco que no veían del todo claro adonde les conducía, además tampoco entendían el motivo por el que tenían que emprender un viaje sin “necesidad”. Había dos preguntas clave en el aire, ¿cuánto me cuesta el viaje? ¿hasta cuándo me puedo bajar del barco sin tener que volver a nado?, o lo que es lo mismo ¿cuánto me cuestan las obras?, y ¿cuan- do empiezo a tener que comprometerme con el proyecto?. Lo segundo era fácil cuando se pudiera delimitar el cuánto. Pero ¿cómo decirles cuánto sin saber qué? El proyecto comienza con un trabajo de forma- ción y sensibilización de la comunidad de propieta- rios por parte de todos los agentes implicados en el proceso. Lo primero fue enseñar a todos los vecinos lo que era una termografía y lo que decían de su en- El INSTALADOR no 530 junio 2015 39