mejorar la eficiencia del sistema y adecuar a la normativa actual los gases que dicha maquinaria utiliza. Las actuaciones realizadas en conductos y difu- sores han sido puntales, intentando mantener en la medida de lo posible los elementos existentes. Se ha cambiado y actualizado el sistema de regulación y control sustituyendo los termostatos y su ubica- ción, así como la unidad central de control. Fachada ventilada En cuanto a los materiales empleados en la fa- chada, se ha optado por una chapa metálica de acero autoportante como revestimiento exterior, pensando en que no solo creara unas buenas con- diciones térmicas a la fachada, sino que además tuviera un precio ajustado. La labor de diseño de todos los remates de obra ha sido también deter- minantes en el ahorro de costes. Con el fin de mejorar la demanda energética y las condiciones térmicas, la solución adoptada ha sido el sistema de fachada ventilada, que permite mejorar el aislamiento, al tiempo que renovar la imagen del edificio. El comportamiento de la fachada ventilada hace que en verano, el sol incide directamente sobre el elemento exterior, calentando el aire que hay en la cámara, el cual asciende por convección siendo re- emplazado por aire frío, evitándose así la acumula- ción de calor en la fachada. Este es denominado “efecto chimenea”. En invierno, en cambio, la ra- diación solar no es suficiente para producir estos movimientos de aire y la fachada ventilada actúa como un acumulador de calor, produciéndose el efecto contrario. Aislamiento térmico El aislamiento utilizado en la fachada es “Dano- pren 40”, un panel rígido constituido a base de una espuma de poliestireno extruido de alta densidad de 4 cm. de espesor y 30 kg/m3, que se coloca con fijaciones mecánicas aislantes. El panel se coloca directamente sobre la cara in- terior del cerramiento de fachada, debiendo unirse unos a otros respetando el machihembrado del producto. Ventajas y beneficios Debido al bajo coeficiente de transmisión térmi- ca es idóneo para aislar térmicamente las fachadas con el ahorro de energía que ello supone. Por su ligereza facilita la rápida instalación con el consiguiente ahorro de mano de obra. Por su comportamiento a la humedad, este pro- ductos puede ser instalado bajo condiciones at- mosféricas adversas. Rehabilitación integral de edificios El INSTALADOR no 530 junio 2015 25