gas La adopción de estas medidas será básicamen- te responsabilidad de los gobiernos de cada esta- do basándose en los compromisos internaciona- les adquiridos , pero no cabe duda de que directa o indirectamente repercutirán en cada uno de no- sotros convirtiéndonos en corresponsables de ellas. Si partiendo de este escenario global pasamos a analizar la situación concreta en nuestro país, observamos que estamos muy lejos de cumplir los compromisos adquiridos respecto al Protocolo de Kyoto. Según Da. Teresa Ribera, secretaria de Estado de Cambio Climático, en el año 2008 las emisiones de dióxido de carbono superaron en un 42% las del año 1990 que es el de referencia, cuando el compromiso adquirido es no sobrepa- sar el 15% en el año 2012. Pero, ¿en que medida nuestro sector profesio- nal participa en estas emisiones? Según el IDAE, el 11,1% de la electricidad generada en nuestro país es utilizada en la refrigeración de edificios, lo que representa alrededor de 30.000 GWh año(1) y casi 196 de toneladas de emisiones de CO2 al año. Por lo tanto, la utilización de energía para usos de refrigeración y muy especialmente en cli- matización, es suficientemente relevante para to- marla en consideración. En este sentido, si comparamos la utilización de bombas de calor AISIN a gas natural, con sus homónimas eléctricas (BCE) más eficientes, ob- servamos que aquellas permiten reducir del orden de un 30% las emisiones de dióxido de carbono(2), lo que puede representar que con una bomba de calor AISIN de capacidad frigorífica nominal de 45 kW, como la del ejemplo, puede evitarse la emisión de más de 3 toneladas de CO2 al año. Como valorar la eficiencia energética en las bombas de calor Como es sabido, los valores utilizados para me- dir la eficiencia de las bombas de calor, son el EER (Efficiency Energy Rate) para el lado de eva- poración en el ciclo frigorífico y el COP (Coeffi- cient Of Performance) para el lado de condensa- ción, los cuales relacionan la capacidad frigorífica y calorífica de la bomba de calor utilizada con su consumo eléctrico. Para ello, con los equipos usuales que utilizan electricidad, basta con dividir EER= Capacidad frigorífica en W Consumo eléctrico en W COP= Capacidad calorífica en W Consumo eléctrico en W la capacidad frigorífica o calorífica obtenida por la consumida. Sucede no obstante, que con este parámetro no se relaciona el consumo con la energía primaria sino con la electricidad, que es una energía transformada que ha sufrido importantes pérdidas en la produc- ción, la transformación y el transporte con respecto Tabla 1 – Comparación emisiones CO2 en España Bomba de calor eléctrica versus Aisin a Gas Natural Modo de funcionamiento BCE Capacidad en Kw AISIN Capacidad en Kw BCE EER/COP AISIN EER/COP Emisiones CO2 en g/Kw de capacidad BCE AISIN Diferencia Refrigeración 45,0 45,0 3,38 1,50 192 136 56 29,2% Calefacción 50,0 53,0 3,79 1,72 171 119 52 30,4% (1) Según ha publicado Red Eléctrica Española, la demanda eléctrica total en España en el año 2008 fue de 279.392 GWh, de los cuales 263.530 GWh lo fueron en el territorio peninsular. (2) Según el documento publicado por el IDAE sobre las condiciones de aceptación de Programas Informáticos Alternativos (Tabla VI, página 173), las emisiones debidas a la producción eléctrica en la España peninsular es de 649 g CO2/kWhe y de 981 g CO2/kWhe en el ámbito extrapeninsular. En el mismo documento se atribuye una emisión de 204 g CO2/kWht en la combustión del gas natural y de 287 g CO2/kWht en la del gas propano. 36 El INSTALADOR no 528 abril 2015