Yolanda Fernández Montes, directora de Medio ambiente, Sostenibilidad, Innovación y Calidad en EDP-HC. Luís Martins, presidente del Cluster Portugal Mineral Resources. MINERÍA 56 Por todo ello, como concluía Javier Targhetta, merece la pena que toda la industria muestre un mayor interés a la hora de satisfacer este incremento en la demanda de minerales y que Europa siga trabajando para que este abastecimiento venga de recursos propios, redu- ciendo cada vez más la dependencia del exterior. Cambio en el modelo energético Yolanda Fernández Montes, directora de Medio ambiente, Sostenibilidad, Innovación y Calidad en EDP-HC, ahondaba en la necesidad de cambiar nuestro modelo energético porque, como señalaba, el actual no es “sostenible”: las energías fósiles siguen repre- sentando el 80% de la demanda de energía primaria mundial, hay aún millones de personas sin acceso a electricidad y a energías limpias, siguen dándose altos niveles de contaminación y polución en los procesos de combustión y transporte, y nos enfrentamos a un progresivo calentamiento global y al cambio climatico. Ante este panorama, la UE ha fijado ambiciosos obje- tivos en materia de reducción de emisiones, uso de renovables y eficiencia energética a 2020 y 2030 con el fin de alcanzar la descarbonización en 2050. Así, por ejemplo, se quiere llegar en 2030 a una reducción de emisiones del 40% respecto a 1990, a un empleo de renovables del 32% y a una mejora de la eficiencia ener- gética del 32,2%. Todo ello con una política de Energía y Clima basada en los conceptos de Competitividad, Seguridad de suministro y Sostenibilidad. En el caso de España, de acuerdo al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, hablamos de objetivos aún más ambiciosos que los marcados por la UE, como por ejemplo que las reno- vables supongan en 2030 el 42% de la energía final y el 74% en generación eléctrica. Por tanto, como aseguraba Yolanda Fernández, el camino hacia una economía baja en carbono pasa por la electrificación del consumo y por hacerlo con más renovables y mejorando la eficiencia energética. Estamos ante una transición energética que requiere más inversiones en renovables (la electrificación se duplicará en 2030 y se triplicará en 2050, en que toda la electricidad se producirá con renovables) que garan- tice la segurdad del suministro y la sostenibilidad del sistema, bajo las premisas de una mayor flexibilidad y de una creciende descentralización (sistemas cada vez más autosuficientes). El aumento de la intermitencia, por la mayor pro- porción de eólica y solar, requerirá una mayor flexibililidad del sistema eléctrico y para ello será fun- damental el uso de opciones tecnológicas como el uso de sistemas de almacenamiento (bombeo, bate- rías...), tecnologías de gestión de la demanda para ajustarla a la generación, e interconexiones que per- mitan diluir la variabilidad y aumentar la competencia de los mercados regionales. Conexto europeo y el caso de Portugal Durante su intervención, Luís Martins, presidente del Cluster Portugal Mineral Resources, ponía el acento en el fracaso de la UE en el objetivo que se marcó hace 12 años de reducir la dependencia exterior en el suminis- tro de materias primas, con el riesgo que supone esto para la economía comunitaria. Por el contrario, si hay otros ámbitos, como el reciclaje de los metales, donde sí se ha logrado un avance muy importante en el seno de la UE, hasta el punto de ser la región líder en el mundo en este campo. En el caso concreto de Portugal, desde hace 15 años el Estado viene realizando una apuesta muy importante por las energías renovables pero, a pesar de ello, los combustibles fósiles siguen suponiendo un 75% del consumo energético primario. El país vecino sigue contando con importantes recur- sos en minerales como el litio pero se está encontrando con importantes barreras administrativas a la hora de aprobar los proyectos de explotación, lo que supone un freno para las inversiones.