El impacto ocasionado por los agentes contaminantes está estrechamente ligado a las condiciones atmosféricas (plu- viometría, vientos o inversiones térmicas) reinantes en el entorno en donde tiene lugar la actividad minera. Las emisiones a la atmósfera más significativas son debidas a las partículas generadas fundamentalmente durante el proceso de extracción de mineral y su poste- rior tratamiento. A ellas hay que añadir las procedentes del tráfico rodado (vehículos, maquinaria, etc.) y las que se producen durante las operaciones de manipulación de material acopiado. Los gases y vapores son el resultado de la detonación de explosivos en la explotación minera y de las emisio- nes de los motores de combustión interna procedentes de la maquinaria minera, de las instalaciones fijas, los grupos generadores de gasóleo, los compresores de aire, hornos, etc. Las partículas sólidas en suspensión (polvo) se producen por la acción del viento sobre superficies excavadas, por la realización de voladuras, por el tránsito de vehículos o por la acción de cierta maquinaria, tanto en el tajo minero como en el proceso de tratamiento del mine- ral (fig. 5). La cantidad de polvo generado por las voladuras es mínimo en comparación a otras fuentes que tienen lugar en una explotación minera. Tiene un carácter puntual, limitado al momento en que se produce la detonación de los explosivos. Fig 5. Emisiones de polvo generadas durante una voladura (Fuente https://www.flickr.com/photos/28854051@ N08/13094731653/) y por la circulación de maquinaria minera (fuente: https://www.mch.cl/2014/05/19/ monitoreo-personalizacion-y- otros-consejos-para-controlar-el-polvo-en-caminos-mineros/). MINERÍA 47 Fig 6. Algunas fuentes de ruidos y vibraciones en minería. Pala cargadora operando en fondo de corta (foto cedida por Daytal Resources Spain) y molinos de bolas en una planta de tratamiento (fuente: https://www.metso. com/es/productos/molienda/molinos-de-bolas-y-pebbles/).