3.- Solución adoptada Dada la solución aportada por el Cedex, se concluye que la solu- ción a llevar a cabo para reparar la calzada consta de la ejecución de micropilotes equipados con armadura tubular de 244,5 mm de diá- metro exterior y un espesor de 12 mm de calidad mínima de acero S355. 4 pilotes por perfil. Perfiles espaciados 2,7 m. Diámetro de perforación no inferior a 300,5 mm. Sobre dichos micropilotes descansará una losa de cimentación del firme de la A-8. Las zonas por reparar son dos, la primera (Losa 1) de 20,90 m de longitud y 18 m de profundidad (Figura 5), y la segunda (Losa 2) de 50,60 m de longitud y 14 m de profundidad, por 11,00 m de anchura. Se dispondrán losas de transición en el acceso y salida de cada losa. 3.1.- Descripción de la solución adoptada La obra dio comienzo en diciembre de 2016. Una de las labores más difí- ciles que tuvo que afrontar la Demarcación de Carreteras y la empresa conservadora UTE Los Tánagos, fue el mantener el tráfico en servicio de la Autovía, ya fuera a través de la vías de servicio de la Salida 234 de la A8, o manteniendo el tráfico derivado por la calzada contraria. La primera actuación fue la excavación previa eliminando el aglo- merado de la autovía y preparando la plataforma. SITE y las perforadoras hicieron su entrada en enero de 2017, para trabajar en turno contínuo de 24 horas, de cara a intentar minorar los tiempos de obra con afección al tráfico. La unidad a ejecutar eran micropilotes perforados en 300 mm y equipados con arma- dura tubular Øext/e 244,5/12 mm. La longitud de micropilote debía ser tal que asegurara 5 metros de empotramiento en roca. Se preveían unas longitudes unita- rias iniciales de 18 metros en Zona 1 y de 14 metros en la Zona 2. (Figura 6). La perforación en este tipo de terreno resulta muy complicada ya que existen muchas alternancias entre terreno blando y duro, y es impres- cindible utilizar en ciertos estratos entubación recuperable para mantener la integridad de la perforación, ya que además de la presencia de capas granulares sin cohesión, las arcillas que rellenaban las cavida- des kársticas, en muchos casos en presencia de agua, tendían a cerrarse. A su vez, las rocas eran calcarenitas desde sanas a muy degradas, con discontinuidades impredecibles, y con buzamiento variable. En ocasiones había oquedades manifiestas, y en otros taladros se encontró vías activas de agua. En algunos taladros, debido a la dureza de la roca, había que introducir un tallante de mayor diámetro que el de la tubería de revestimiento de cara a hacer un preforo y permitir el avance de tubería de revestimiento. Figura 7 – Revestimiento y tallante utilizado. GEOTECNIA Figura 6 – Zonificación de la actuación. 51 inGEOpres