Tabla I.- Parámetros de cálculo del terreno. Debajo del nivel del relleno antrópico de potencia variable, máximo 2 m se extiende la unidad de Toba Tala (UG1), la cual se ha diferen- ciado según diferentes niveles de compacidad (UG1a, UG1b...). Bajo ella subyace el suelo residual (UG2) que se extiende de forma continua por toda la estación con una potencia media de 1.5 a 2.0 m y un máximo de casi 4 m. El sustrato rocoso se sitúa a unos 10 o 12 m de profundidad. Está formado por un nivel superior de basaltos vacuolares (UG4a) de hasta 7 m de potencia, bajo los que se localizan basaltos masivos (UG4b) que alcanzan una profundidad de 30 m. Bajo estos últimos se han reconocido de nuevo basaltos vacuolares. La roca basáltica vacuolar presenta una calidad variable entre media a buena, con valores de RMR básico entre 50-65 y RQD variables entre 65 y 95%. En el caso de los basaltos masivos predominan los tramos de calidad buena, con valores de RMR básico en torno a 65, aunque con tramos intercalados y de cierta continuidad de calidad media. El nivel freático de los suelos se sitúan a unos 5 m de profundidad manteniendo una cota bastante constante a lo largo de la estación. Se identificó el nivel piezométrico del acuífero rocoso a unos 8 m de profundidad. En la Tabla I se especifican los parámetros de cálculo considerados para la modelación de empujes sobre las contenciones. 4.- Descripción de la solución adoptada El diseño de la solución alternativa se desarrolló en base a un triple planteamiento: • Garantizar la estabilidad estructural de la contención de tierras. • Garantizar la estabilidad hidráulica de la contención de tierras. • Garantizar la capacidad de cimentación requerida para la cimen- tación de las cargas gravitacionales transmitidas por las losas. Un aspecto clave para el enfoque de la solución alternativa lo deter- minó la revisión del contexto hidrogeológico. Se establecieron dos niveles freáticos de diseño, uno para las estructuras que interac- túan con los suelos y otro para las estructuras que interactúan con la roca. En este último caso se considera que las estructuras entran en carga en un contexto de largo plazo, posteriormente a las etapas constructivas de la estación. En ambos casos se consideran leyes de presiones hidrostáticas. Una vez analizados el contexto geotécnico, hidrogeológico, la enti- dad y condiciones de contorno de la excavación a efectuar y los criterios de diseño asumidos para la contención de tierras se pro- puso una solución constructiva en la que la ejecución de los muros pantalla se efectuaría mediante cuchara bivalva hasta la cota de aparición de los sustratos rocosos a partir de donde la estructura de contención enlazaría con una cortina de micropilotes empotrada en el terreno bajo la cota de máxima excavación. La contención y cimentación de la estación finalizaría con un muro forro en cara de intradós de micropilotes y una contrabóveda estructural. La gran ventaja de esta solución consiste en la disminución del plazo de ejecución, puesto que al llegar al nivel de roca basáltica, el sistema tradicional de excavación con cuchara bivalva deja de ser válido, haciéndose imprescindible el empleo de hidrofresa con sus consiguientes complicaciones logísticas. En la solución que se adaptó finalmente, las pantallas llegaron hasta el estrato de los basaltos, alcanzando un empotramiento mínimo en ellos de 0,5 metros. Posteriormente se ejecutaron las alineaciones de micropilotes, a través del cuerpo de los muros pantalla, inicialmente a través de pasatubos preinstalados en las jaulas de armadura. Los micropilotes se empotraron un mínimo de 2,65 m en el estrato de roca de basaltos masivos. La separación entre micropilotes fue de 0,75 metros. Desde el pie de la pantalla se ejecutó un muro forro de arriba hacia abajo que conectaba con la contrabóveda. La problemática asociada a la continuación de la excavación por debajo del pie de las pantallas, se resolvió ejecutando por bataches las excavaciones y porciones de muro forro, cuya altura de pase se definía en función de la resistencia a pandeo de los micropilotes. Este muro forro quedaba colgado de los micros a través de unos ganchos/conectores soldados a ellos y que quedaban embebidos en el espesor del muro forro. Con el objeto de limitar la carga axial que recibían los micros, el forjado del nivel intermedio, se ejecutó hormigonado contra el terreno y conectado a unos pasadores estructurales que transmitían las cargas gravitatorias en el macizo de roca. En fase definitiva este forjado quedaría cimentado por el conjunto muros forro-contrabóveda. El forjado a nivel de distri- buidor se ejecutó según el proyecto original, al no ser necesario ningún nivel de acodalamiento adicional entre el nivel intermedio y el fondo de la estación. OBRAS SUBTERRÁNEAS 33 inGEOpres