CARRETERAS 46 Juan Francisco Lazcano Acedo, presidente de la Asociación Española de la Carretera. ¿Mejores carreteras para un mundo mejor? Imposible sin compromiso político inGEOpres La Asociación Española de la Carretera viene mostrando su preocupación desde hace años por la inde nición del futuro de las infraestructuras viarias de nuestro país. Vivimos tiempos de inestabilidad política, lo que, sin duda alguna, está ensombreciendo la idoneidad para la inversión en obra pública que había empezado a dibujarse sobre el escenario de la recuperación económica. El pasado ejercicio, la inversión en carreteras se situó en órde- nes de magnitud de los años 80 del Siglo XX, con una caída del 10% en un presupuesto que –hay que recordarlo- fue elaborado partiendo del gasto realmente ejecutado el año prece- dente, sobre el que ya pesaban dos ajustes importantes: el acuerdo de no disponibilidad adoptado en abril de 2016 y la decisión de cerrar todos los gastos no esenciales, cuatro meses más tarde. Con la esperanza puesta en el año 2018, el 3 de abril, cuando el Ejecutivo de Mariano Rajoy presentaba el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado, la industria viaria española recibía un nuevo jarro de agua fría tras el anuncio de una caída del 4,3% en las partidas destinadas a conservación y seguridad vial. Aún nos quedaba el Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras (PIC), un programa que se dio a conocer en julio de 2017 y al que instituciones y empresas del sector se habían aferrado como a una tabla de salvación. Porque el PIC, en efecto, surgió como un balón de oxígeno que, a falta de concretar actuaciones –aunque ya conocemos dos, una en Murcia y otra en Castellón-, calendario y algunas otras incógnitas, devolvió una cierta con anza aun permaneciendo en ese escenario de ajustes repetidos en el que las carreteras españolas viven desde hace una década.