OBRAS SUBTERRÁNEAS 36 2.4.- Maquinaria La principal maquinaria empleada en el proyecto ha sido: • Ventilador Zitron gEL 9-75-2 • Retroexcavadora Yanmar de 10 ton equipada con cabezal de roza • Pala cargadora Doosan DL250 • Plataforma elevadora JCB 535-125 • Equipo de proyección de hormigón por vía húmeda SPM 702-D • Autohormigonera Dieci L3500. Imagen 11.- Avance de excavación mecánica con cabezal de roza. 3.- Características de los terrenos en bodegas subterraneas Como complemento de este artículo, se analizan a continuación las características que han de tener los terrenos más apreciables para ejecutar una bodega subterránea en España, centrándonos en la zona de la Ribera del Duero y de la Rioja. 3.1.- Clasi cación y caracterización de los suelos El principal objetivo de cualquier sistema de clasi cación de suelos en el ámbito de la ingeniería es predecir las propiedades del suelo basadas en unas pocas pruebas, clasi cando los suelos en grupos con similares características ingenieriles. Durante mucho tiempo se han utilizado principalmente dos clasi caciones geotécnicas para la des- cripción del suelo en aplicaciones de ingeniería civil: AASHTO y USCS. El sistema USCS (Uni ed Soil Classi cation System) es la base para la identi cación de suelos en una gran diversidad de propósitos de ingeniería civil. El USCS deriva de un sistema desarrollado por Casagrande para clasi cación de suelos. El sistema divide a los sue- los en tres grandes grupos: • Suelos de granos gruesos, constituidos por gravas y arenas con menos del 50% de nos que pasan por el tamiz no 200 ASTM. • Suelos de granos nos, arcillosos y limosos, constituidos por los suelos con 50% o más de nos. • Suelos altamente orgánicos, constituidos fundamentalmente por materia orgánica. La clasi cación adoptada por la American Associattion of State Highway Of cials (AASHTO), es el sistema más utilizado en la cla- si cación de suelos en carreteras. Los suelos se clasi can en función de su comportamiento como capa de soporte o asiento del rme, en siete grupos (A-1, A-2, A-3, A-4, A-5, A-6 y A-7), según su gra- nulometría (porcentaje que pasa por los tamices no 200, 40 y 10) y plasticidad (Límites de Atterberg). Estos siete grupos se clasi can en dos grandes categorías: 1. Suelos Granulares: A-1, A-2 y A-3 (suelos con no más del 35% que pasa por el tamiz no 200). 2. Suelos limo-arcillosos: A-4, A-5, A-6, A-7 (suelos con más del 35% que pasa por el tamiz no 200). Numerosos estudios utilizan las clasi caciones mencionadas para la caracterización de los suelos y la determinación de sus característi- cas ingenieriles. Así por ejemplo, Al-rawas y Qamaruddin, se basan en los datos obtenidos de la carta de plasticidad y la clasi cación USCS para determinar la expansibilidad y estudiar los problemas constructivos de suelos expansibles. Otros autores determinan los parámetros ingenieriles de suelos expansivos mediante la carta de plasticidad, la clasi cación USC y la curva granulométrica. 3.2.- Incidencia que ejerce el tipo de suelo en las condiciones ambientales en el interior de las bodegas La temperatura en el interior de una construcción subterránea está fuertemente condicionada por la temperatura del terreno a la profundidad de excavación. La transferencia de calor en el suelo depende de las características del terreno. El amortiguamiento y desfase de la temperatura del exterior están directamente relacionados con la conductividad térmica (k), calor especí co (ζ) y densidad (ρ) del terreno, pudiendo agruparse estos tres parámetros en la difusividad térmica (α= k/ρc) del mismo. El amortiguamiento o reducción de la amplitud térmica del exte- rior es más pronunciado en suelos ligeros (baja α), mientras que en suelos pesados (alta α), las uctuaciones son conducidas a mayor profundidad. La in uencia de la difusividad es su cientemente grande para que el rango anual de uctuación de la temperatura a ciertas profundida- des pueda variar más del doble dependiendo de las características del terreno. Variando la profundidad en función del tipo de terreno y las condi- ciones del exterior podemos conseguir (en el interior de las bodegas subterráneas) un factor de amortiguamiento deseado y una reduc- ción considerable de la temperatura máxima anual en cualquier localización. Asumiendo la simpli cación de que el terreno es un sólido homogéneo semi-in nito con conducción de calor unidimensional y propiedades físicas constantes y que la temperatura de la super cie del suelo varía periódicamente con el tiempo, la reducción del intervalo de tempera- tura en función de la profundidad se puede estimar a través de: Donde: • Ø = Factor de decremento. x = Profundidad (m). • Ax = Amplitud de la onda térmica a la profundidad x (°C). • As = Amplitud de la onda térmica en la super cie (°C). • a = Difusividad térmica aparente (m2/s) inGEOpres