OBRAS SUBTERRÁNEAS 1.- Introducción La edi cación de una bodega bajo tierra aporta criterios de sos- tenibilidad en la edi cación, además de utilizarse cada vez más como técnica de construcción más habitual. El hombre ha exca- vado durante siglos miles de bodegas subterráneas, en las cuales ha criado y envejecido el vino. La inercia térmica y las propiedades de la tierra proporcionan un ambiente estable durante todo el año, amortiguando los cambios térmicos y de humedad del ambiente exterior, permitiendo la crianza y conservación del vino con un coste energético nulo. Las condiciones higrotérmicas de las bodegas subterráneas han sido ampliamente estudiadas, demostrando que las propiedades de la tierra son uno de los factores que más in uye en el ambiente interior. Por lo general, estas bodegas se caracterizan por estar excavadas en terrenos fácilmente perforables y excavables con herramientas sencillas. En la mayoría de los casos no presentan estructuras por- tantes ni de refuerzo interior sistemático, salvo en construcciones de gran dimensión de la excavación. Se construían gracias al cono- cimiento transmitido durante siglos de generación en generación, adquirido mediante ensayo y error. La elección de un suelo con propiedades inadecuadas podría oca- sionar problemas que afecten a la integridad de la construcción o a las condiciones interiores, como sucede en otras tipologías constructivas. Así, son numerosos los estudios que tratan los pro- blemas de compresibilidad, expansibilidad e inadecuación de los suelos para la construcción de túneles. Ante la creciente demanda por parte de bodegas de prestigio de recrear las condiciones higrotérmicas de las antiguas bodegas tradicionales para la producción de vinos de calidad, el ‘estado del arte’ de la ejecución de obras civiles subterráneas puede aportar soluciones novedosas, que permitan excavar mayores secciones que ayuden a la mecanización parcial de las actividades producti- vas en el calado (trasiegos, limpieza y transporte de barricas, etc.). Se expone a continuación la ejecución por parte de Lurpelan, en cooperación con CBM Construcciones, de un nuevo calado en la bodega Vinícola Real, situada en Albelda de Iregua, en La Rioja. 2.- Bodega de referencia 2.1.- Ubicación geográ ca La Bodega está localizada en la Carretera de Nalda Km 9, 26120, Albelda de Iregua, La Rioja, en la salida de Albelda junto a la carre- tera que une Albelda y Nadal (Parcela 530 del polígono 6). La Bodega fue construida cerca de la capilla de Santa Catalina, única parte que se conserva del Monasterio de San Martín de Albelda. Fundado en el año 924 d.C., el Monasterio quedó destruido a causa del desprendimiento de la peña Salagona en el año 1683. Sus instalaciones incluyen un magní co calado tradicional, horadado en la montaña, que proporciona de forma natural las condiciones ideales de temperatura y de humedad, constantes durante todo el año, para la crianza tanto en barrica como en botella de los vinos. 2.2.- Marco geológico La obra se encuentra situada en la zona centro-oriental de la depre- sión terciaria del Ebro, la cual constituye una profunda cubeta rellena de materiales de origen continental procedentes de los relieves que la bordean (Sierra de Cantabria y Montes Obarenes al Norte, Cordillera ibérica por el sur). Conforme nos acercamos al borde de cuenca, disminuye el porcentaje de nos y aumentan los niveles areniscos y microconglomeráticos. Hacia el centro, sin embargo, encontramos progresivamente facies más distales, hasta aparecer materiales de precipitación química (calizas y yesos). En concreto en la zona de la bodega, el sustrato está constituido por la Formación Alfaro, de edad miocena. Se trata de una potente serie que se extiende prácticamente desde el Ebro hasta el sis- tema montañoso de Cameros. Litológicamente está integrada por arcillas calcáreas rojas más o menos limosas, con frecuentes intercalaciones de bancos de areniscas de espesor variable, entre algunos centímetros y pocos metros. La formación Alfaro, desde un punto de vista hidrogeológico, dada la baja permeabilidad que le con ere su litología, puede clasi carse como un acuicludo o acuitardo. Tan solo a través del diaclasado existente o a favor de discontinuidades, especialmente en la zona más super cial y alterada, puede producirse una cierta circulación de agua. Durante la ejecución de los trabajos no se ha detectado en la zona la presencia de nivel freático. 33 Imagen 2. Calado tradicional, sala de crianza en barricas. Imagen 3.- Planta calado galería. inGEOpres Imagen 4.- Acceso al nuevo calado. Acopio intermedio de escombro.