Para evitar interferencias magnéticas del propio VANT, el instrumento GSMP 35U debe colgar 3 metros por debajo y engancharse a la pla- taforma del VANT. En caso de utilizar el AirBIRD, deberá estar a una distancia de 10 de la plataforma del VANT. Esta es la con guración mínima del VANT que permite volar el instru- mento de GEM, sin poner en riesgo el vuelo y la seguridad. Se recomienda utilizar un VANT de gama alta, como Pulse Aerospace Vapor 55, porque su solidez, seguridad, resistencia a las condiciones meteorológicas y autonomía de vuelo resultan de gran utilidad cuando se llevan a cabo estudios en lugares aislados. En los estudios mineros, la cuadrícula recomendada es de 50 metros entre líneas, con el sensor a una distancia del suelo de entre 30 y 40 metros. No obstante, cuanto más bajo se vuele, más potente será la lectura magnética y mejor la calidad de los datos. En algunas ubicaciones y terrenos, la altitud mínima puede verse comprometida. Si el estudio se realiza a una altitud de 100 metros, los resultados serán aceptables para exploración de minerales, ya que identi caremos grandes anomalías. En función de la normativa de cada país, es posible que los vuelos deban efectuarse con línea de visión directa y con contacto visual constante durante todo el vuelo. En ocasiones se requiere una licencia para pilotar un VANT. 5. Conclusión Los VANT ofrecen una forma segura de recopilar información detallada en áreas remotas de difícil acceso que sean de interés geológico para su exploración. En determinados casos, un estudio con VANT puede proporcionar un nivel de detalle más alto que un estudio con un mag- netómetro terrestre y que un estudio aéreo. El estudio con VANT es idóneo y rentable en cuadrículas comprendidas entre 10 y 2.000 km lineales. Es posible cubrir centenares de kilómetros lineales en unos días, cuando una persona trabajando desde tierra tardaría semanas. Los estudios con magnetómetros no requieren cortes de líneas y la separación entre líneas puede ser muy reducida, si se requieren estu- dios especialmente detallados. Los vuelos son más cercanos al suelo que en los estudios aéreos y, por tanto, el nivel de resolución es mucho mejor. Se pueden efectuar de forma económica líneas de vuelo con una separación de 10 metros o menos, mientras que un helicóptero, un avión y o una persona raramente proporcionan estudios con una separación de líneas inferior a 100 metros, por motivos de costes. La tecnología de los VANT puede aplicarse a numerosas disciplinas. Una de ellas es la geofísica, con importantes ahorros económicos y un trabajo mejor, más rápido y más seguro. Gracias a los avances en electrónica de pilotos automáticos, materia- les de aviación, GPS, energía, comunicaciones y software, el geólogo de campo no necesita adquirir destrezas nuevas y complejas para hacer volar un VANT. Bastan unas pocas horas de entrenamiento para estar en condiciones de utilizar esta interesante herramienta. Actualmente se están revisando las aplicaciones prácticas de los VANT de ala ja y ala giratoria, con sus ventajas e inconvenientes. Los estudios hasta la fecha indican que el uso de vehículos autóno- mos asequibles para recopilación de datos magnéticos y de gradiente magnético de alta resolución constituye una alternativa viable a los vehículos tripulados, especialmente en entornos demasiado peligro- sos o demasiado costosos / remotos para estos. En el futuro se irán introduciendo aplicaciones VLF para reconocimientos económicos preliminares. • GEM Systems info@gemsystems.ca www.gemsys.ca DRONES Figura 8. Vapor de PulseAerospace es un VANT de gama alta. inGEOpres >>49