Túneles 42 CONSTRUCCIÓN DE TÚNELES MEGATUNELADORAS, ¿DÓNDE ESTÁN LOS LÍMITES? La construcción de túneles mediante tuneladoras se inició, salvando actuaciones históricas puntuales, en la segunda mitad del siglo XX y se ha manifestado de forma espectacular en los últimos veinticinco años. Este aumento de túneles ejecutados por medios completamente mecanizados es debido, en gran parte, al boom tecnológico en el que nos hallamos actual- mente sumergidos, la Era de las Tecnologías. Sin embargo, aunque se haya avanzado mucho en esta metodología de excavación, a día de hoy nos encontramos básicamente en la Prehistoria de las Tuneladoras. Queda mucho camino por recorrer. Ahora bien, ¿dónde están los límites de estas máquinas, hasta qué dimensiones estamos dispuestos a llegar? / Enrique Alcanda Renquel y / Enrique Fernández González. Dragados 1.- Prehistoria de las tuneladoras Para determinar el inicio de las tuneladoras como método de excavación de obras subterráneas nos tenemos que remontar a principios del siglo XIX, momento en el cual tiene lugar la gesta de la perfora- ción del primer túnel bajo el Támesis entre Rotherhithe y Waping, el primero que se construye con la técnica del escudo, patentada en 1806 por Marc Brunel. Desde entonces, poco a poco se han ido diseñando tuneladoras capaces de afrontar cualquier tipo de suelo o roca, pero no fue hasta el último cuarto del siglo XX cuando su uso se empezó a generalizar. En las últimas décadas se ha disparado el uso masivo y sistemático de las máquinas tuneladoras a sección completa lo que ha conllevado una automatización de los procesos, la robotización y, por tanto, una mejora de la productividad. Ahora bien, esto no quiere decir que haya que otorgarle a las tuneladoras el papel de exclusividad como procedimiento constructivo en la excavación de obras subterráneas. Ni mucho menos, la realidad es que estas máquinas tienen unas limi- taciones en cuanto a rendimientos que a día de hoy, aún no se ha conseguido solucionar. Actualmente nos hallamos ante un sistema de excavación cuyo porcentaje de aprovechamiento para excavación se encuentra, siendo optimistas, en un 50- 60% del total. Esto hace que, según las condiciones del pro- yecto, no sea siempre la solución más económica. Aun así cabría pensar que con la evolución tecnológica actual, podamos en poco tiempo optimizar el tiempo útil de excavación de estas máquinas. La definición del diámetro a partir del cual las TBM son consideradas de gran tamaño ha cambiado a lo largo de las últimas décadas. Mientras que en la década de los 90 túneles de 12 m de diámetro eran considerados el límite a construir, diámetros de 15 m aparecieron en la primera década del siglo XXI. A día de hoy, una década más tarde, tuneladoras de casi 18 m se han convertido en realidad. La necesidad de diámetros cada vez más grandes es impulsada por la demanda de túneles de grandes secciones capaces de incorporar por ejemplo tres carriles de tráfico, integrar calzadas superpuestas (double-decks road tunnel) o de combinar diferentes medios de transporte tanto de servicio rodado y vial como de otros servicios públicos. La realidad es que a día de hoy son muchos los túne- les de diámetros mayores de 13-14 m que han sido completados en plazo, con presupuestos razonables y cumpliendo estándares de calidad.