Las pequeñas acometidas utilizan sistemas Mini-PHD (Figura 8) en las que la dirección de la cabeza de perforación se logra gracias al corte en bisel que presenta la propia broca. En los sistemas Maxi-PHD se utiliza una camisa doblada para desviar el eje del cabezal de corte, además de un tubo de lavado (“washover”) o una camisa con un gran diámetro interno, dentro de la que se desliza la sarta de perforación. A pesar de la gran variedad de máquinas y fabricantes, los equipos están montados sobre tráiler, sobre orugas o por módulos. El sistema modular suele ser la mejor opción para los equipos de mayor potencia, por su facilidad y rapidez de acoplamiento. Para obras de fácil acceso y para facilitar el transporte, lo mejor sería montar el quipo sobre un tráiler, pero si tenemos problemas de movilidad, mejor sería montarlo sobre orugas. Figura 8. Mini-PHD para acometidas modelo GRUNDOPIT. Imágenes de Sistemas de Perforación S.L.U. Las pequeñas acometidas utilizan sistemas Mini-PHD Así, lo más favorable son arcillas homogéneas, mien- L(Foigsurean8d)imenielnatsoqsudeelaladsirmecácqiuóinadsePlaHcDabdeezpaednedepnerd-el tiptoradsequterrloensom(avteriaTleasbglara2n)u,laprersoptraemsebnitéanndperoabslpeemcatoss Perforación Figura 8. Mini-PHD para acometidas modelo Grundopit. Imágenes de Sistemas de Perforación S.L.U. gfoeraecnicóinalsees,lomgreadigoramciabsieanltcaolersteoendebilsaesl cqounedpicreiosennestade la dtuebesrtía.biZlidayaedd, syobMreathomdoubdaj(o20n1iv3e)l farneaáltiizcaon. Atoddeomsálso,s factores que influyen en la productividad. Predecir la producción y los costes que va a tener un equipo de estas la propia broca. En los sistemas Maxi-PHD se utiliza las gravas pueden acelerar el desgaste de la cabeza de características puede ser complejo (Yepes, 2015); en este sentido Zayed y Mahmoud (2014) proponen técnicas una camisa doblada para desviar el eje del cabezal de perforación. Wang y Sterling (2007) han estudiado el comportamiento de la PHD en arenas flojas o mezclas de arenas y gravas, que son los terrenos más proble- 6 máticos. En el caso de roca, las máquinas deben contar con motores de lodos que accionen las cabezas cor- tadoras. Existen incluso máquinas con doble varilla en el que el tubo interior hacer rotar la cabeza cortadora de roca y el exterior proporciona la dirección de perfo- ración; sin embargo, estas máquinas son de pequeño diámetro y longitud de perforación. Otra opción es combinar la percusión con el empuje y la rotación. En cuanto al emplazamiento de las máquinas, éstas se instalan en superficie, aunque en ocasiones se implantan en un foso. Las de superficie se despla- zan mediante orugas, aunque si son muy grandes a veces se requieren medios de transporte. Con todo, son necesarios pequeñas excavaciones para conectar los extremos de los tramos de tubería. Las máquinas emplazadas en fosos se usan normalmente para tra- mos cortos y rectos, con ligeras desviaciones. Esta circunstancia también restringe la longitud de la sarta de perforación. basadas en la lógica difusa para su predicción. corte, además de un tubo de lavado (‘washover’) o una camisa con un gran diámetro interno, dentro de la que se desliza la sarta de perforación. A pesar de la gran variedad de máquinas y fabricantes, los equi- pos están montados sobre tráiler, sobre orugas o por módulos. El sistema modular suele ser la mejor opción para los equipos de mayor potencia, por su facilidad y rapidez de acoplamiento. Para obras de fácil acceso y para facilitar el transporte, lo mejor sería montar el quipo sobre un tráiler, pero si tenemos problemas de movilidad, mejor sería montarlo sobre orugas. Los rendimientos de las máquinas PHD dependen del tipo de terreno (ver Tabla 2), pero también de aspectos gerenciales, medioambientales o de las condiciones de la tubería. Zayed y Mahmoud (2013) analizan todos los factores que influyen en la pro- ductividad. Predecir la producción y los costes que va a tener un equipo de estas características puede ser complejo (Yepes, 2015); en este sentido Zayed y Mahmoud (2014) proponen técnicas basadas en la lógica difusa para su predicción. Tabla 2. Valoración de la aplicabilidad de la técnica PHD en función del material (Hair, 1994). Tipo de material % en peso de las gravas Aplicabilidad de la técnica PHD Arcilla muy blanda a muy fuerte, con presencia de fracturas por desecación - Buena a excelente Arena muy suelta a muy densa con o sin trazas de gravas 0 a 30 Buena a excelente Arena poco gravosa de muy suelta a muy densa 30 a 50 Marginalmente aceptable Arena gravosa de muy suelta a muy densa 50 a 85 Cuestionable Grava de muy suelta a muy densa 85 a 100 Inaceptable Roca - Excelente a inaceptable 57