Los ingenieros de Minas aprecian una reactivación de los proyectos energéticos y mineros El Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas de España celebró en Santiago de Compostela su XIV edición de su Reunión Anual con directores generales de Industria, Energía y Minas de las Comunidades Autónomas y la Dirección General de Política Energética y Minas del Ministerio de Industria, Energía y Turismo. En la reunión ha actuado como anfitrión Ángel Bernardo Tahoces, director general de Energía y Minas de la Xunta, junto al subdirector general de Minas del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, Daniel Torrejón Braojos. Atlas Copco lanza Certiq, un nuevo sistema de monitorización de equipos Atlas Copco ha elevado el listón en el campo de la telemática con su nuevo sistema de monitorización de equipos, Certiq. El sistema proporciona datos en tiempo real, ayudando a los propietarios de las máquinas y a los operadores a garantizar que sus equipos trabajan siempre rindiendo al máximo de su capacidad. El nuevo sistema de monitorización de máquinas de Atlas Copco, Certiq, es ahora una prestación más en los equipos de construc- ción y minería de la compañía. El sistema Certiq, basado en la transmisión de datos inalámbrica, o telemática, permite a los propie- tarios y operadores de máquinas, tales como equipos de perfora- ción de superficie o subterráneos, supervisar el rendimiento de sus máquinas en cualquier momento y desde cualquier lugar. Editorial Los recortes presupuestarios, otra vez sobre la obra pública Según la CEOE, las infraestructuras públicas realizadas en España a lo largo de los últimos veinte años han hecho posible su profunda transformación, convirtiéndola en un país moderno y competitivo, a la altura de los países más desarrollados de nuestro entorno. Sin embargo, el esfuerzo inversor de España no ha sido superior al observado en estos países. Así, el ratio de inversión pública española, en términos reales de euros inver- tidos por km2 y millón de habitantes, ha sido coincidente con el de Alemania, inferior al de Francia y muy inferior al de Reino Unido e Italia. Ello evidencia que la política de infraestructuras española no ha sido la causa de los desajus- tes de su economía ni de la crisis de deuda. Al contrario, la práctica totalidad de los países desarrollados, conscientes de la importancia de las infraestruc- turas, asignan anualmente importantes partidas de sus presupuestos para la conservación y modernización de sus infraestructuras. Los planes de consolidación fiscal de la economía española, con el objetivo de lograr el equilibrio presupuestario de sus cuentas públicas, se han sustentado, fundamentalmente, en la inversión pública, que ha sido la gran protagonista del ajuste al haber soportado más de la mitad de la reducción del gasto público. Este recorte de la inversión, compromete seriamente la competiti- vidad del país al dificultar la conservación y mantenimiento de las actuales infraestructuras y frenar el proceso de su permanente modernización y mejora. En 2016, cuando todos esperábamos que la inversión aumentara y se ini- ciara de nuevo el repunte económico, resulta que la mayor parte del recorte presupuestario de 2.000 M€ anunciado por Hacienda, para cumplir con los objetivos de déficit público, afectará al Ministerio de Fomento. Este recorte, que tendrá una fuerte incidencia sobre todo en infraestructuras ferroviarias, se centrará en obras nuevas que estaban previstas, pero que son consideradas menos imprescindibles: remodelaciones, soterramientos u otro tipo de obras. El ministro de Hacienda ya adelantó que la no disponibilidad de gasto de los Presupuestos (equivalente al 0,2% del PIB) no repercutiría a las partidas destinadas a gasto social, la Seguridad Social y a la seguridad nacional y que sería proporcional en los ministerios según el volumen de los créditos iniciales. Y Fomento es el departamento gastador por excelencia y el que más sufre cuando hay recortes. En este caso, Hacienda ha cuantificado la cantidad y el Ministerio de Fomento se ha encargado de definir las partidas de recorte, seguramente teniendo en cuenta la disponibilidad de caja de entidades como Adif. La decisión de reducir el gasto proviene de la necesidad de cumplir con el objetivo de déficit público, que acabó 2015 en el 5%, por encima del 4,2% comprometido, que hace muy complicado cumplir con el 2,8% previsto para 2016. Con el acuerdo de no disponibilidad de crédito, el Gobierno quiere aplicar para el Estado la misma medida que ha pedido a las comunidades autónomas, que cerraron 2015 con una desviación del déficit de un punto (1,7% frente al 0,7% previsto). De nuevo, otra ocasión perdida y las constructoras empiezan a reducir empleo en nuestro país y a dirigir sus inversiones proyectadas a otros países. Sin duda las prisas en la aprobación de los PGE 2016 no han sido muy adecuadas. • Actualidad 7