co en un ensayo presiométrico típico, es relati- vamente sencillo (Fig. 1). Cuando la curva de ensayo no es de muy buena calidad, determinar la presión de con- tacto es algo más difícil, y la precisión en la de- terminación del módulo presiométrico es con- siderablemente menor. Incluso en estos casos, es relativamente sencillo determinar un valor aproximado de la presión de fluencia. Sin embargo, estimar la presión límite a partir de los resultados de un ensayo presiométrico es únicamente posible para ensayos en los que se obtiene una curva de muy buena calidad, y en los que se han realizado numerosos escalones de carga por encima de la presión de fluencia. De hecho, la presión límite se corresponde con un estado teórico correspondiente a pre- siones muy superiores a las máximas alcanza- das durante el ensayo. Tal y como se muestra en la Fig. 2, si los escalones de carga se representan en una cur- va con el eje de abscisas en escala logarítmica, representando en abscisas el cociente V/V, y [Figura 2].- Determinación gráfica de la presión límite Menard. Geotecnia [Figura 1].- Aspecto típico de las curvas presiométrica y de fluencia obtenidas en el ensayo presiométrico. en ordenadas la presión de ensayo, la curva obtenida debería ajustarse a una asíntota, cuya intersección con el valor V/V = 1, se corres- pondería con la denominada presión límite. Se puede afirmar que, como norma gene- ral, la determinación de la Su a partir de los re- sultados del ensayo presiométrico es un tema que se ha tratado de forma marginal en la bi- bliografía técnica, relacionándose en la prácti- ca totalidad de los casos, con la presión límite neta. Cuando se supera la presión de fluencia la tensión principal radial sobre la cavidad puede expresarse a partir de la Su, el módulo de cor- te (G), la presión de contacto (Ph0 ) y el volu- men instantáneo de la célula de medida (V) de acuerdo con la siguiente expresión ampliamen- te aceptada: (1) Si la expresión anterior se particulariza para la presión límite, puede ser expresada del si- guiente modo (Menard, 1957). Nótese que PL* se corresponde con la presión límite neta, es decir, la presión límite menos la presión de contacto: (2) (3) (4) Como alternativa a la resolución de la ecuación trascendental anterior, se puede considerar que el factor * es una constante de cada tipo de terreno, tomando valores ma- yores para suelos más rígidos y viceversa. Por ejemplo, y según Cano (2007), Mars- land y Randolph (1977) proponen un valor de * = 8 para arcillas rígidas, mientras que Me- nard (1957), proponía valores de entre 2 y 5 para arcillas normalmente consolidadas. De este modo, la resistencia al corte sin drenaje de arcillas pre-consolidadas podría obtenerse a partir de la expresión (5). (5) Es importante señalar que los valores ante- riormente propuestos para el factor * correla- cionan razonablemente bien los valores esti- mados para la presión límite con los valores habituales de la Su obtenidos en los ensayos de laboratorio. En general, la fiabilidad de los resultados obtenidos en dichos ensayos de la- boratorio no se cuestiona, con lo que de nue- vo, los valores obtenidos para la Su pueden ser excesivamente conservadores. En resumen, y adicionalmente a las dificul- tades inherentes a la determinación de la pre- sión límite en los ensayos presiométricos, el modo en el que la resistencia al corte sin dre- naje se determina a partir de dicha presión, re- quiere; bien la resolución de complejas ecua- ciones trascendentales, bien la aplicación de correlaciones empíricas y excesivamente con- servadoras como la expresión (5) anteriormen- te referida. La presión de fluencia y la Su Puesto que la presión de fluencia está relacio- nada con la frontera entre el comportamiento elástico y el comportamiento plástico del terre- no, en el caso de los suelos cohesivos, dicha presión puede ser relacionada con la resisten- cia al corte sin drenaje. Mientras la presión de ensayo se encuentra dentro del rango elástico, el tensor de tensio- nes no es tangencial a la superficie del criterio de rotura del terreno (criterio de Tresca para suelos cohesivos). Cuando se alcanza la pre- sión de fluencia, al menos un punto de la cavi- dad ha alcanzado la condición de rotura. Adicionalmente, durante la fase elástica del ensayo, el tensor de tensiones es realmente fá- cil de determinar de acuerdo con la teoría de la elasticidad. Asumiendo simetría axial (corres- pondiendo el eje de simetría al eje de la cavi- dad), las tensiones principales en cualquier punto de la cavidad serán la tensión radial r, la tensión vertical z, y la tensión circunferencial , siendo la presión radial la proporcionada por la célula presiométrica, cumpliéndose ade- más, las siguientes condiciones para deforma- ción plana: (6.1) y (6.2) Cuando se alcanza la rotura, el máximo desviador se produce entre las tensiones prin- cipales radial y circunferencial, tal y como se muestra en la Fig. 3. 229 29