Geotermia Objetivo: la eficiencia. Geotermia en climatización, geotermia en tratamiento del aire, geotermia e intercambio de energía con las aguas residuales. Contribución a la eficiencia de los recursos geotérmicos integrados en edificios concebidos para muy bajo consumo Palabras clave: AIRE, APROVECHAMIENTO, CLIMATIZACIÓN, CONSUMO, EFICIENCIA, ENERGÍA, GEOTERMIA, RECURSOS, REHABILITACIÓN, TEMPERATURA.VIVIENDA. ✍ Luis de PEREDA FERNÁNDEZ, Arquitecto. Director de Proyectos ENERES Lógica Energética. Este artículo será publicado coincidiendo con la celebración en Madrid los días 25 y 26 de abril de 2012 del III Congreso de Energía Geotérmica en la Edificación y la Industria, un hito importante en el ámbito especializado de este sector. Sería imperdonable no aprovechar esta oportunidad para hacer una breve reflexión, antes de entrar de lleno en los aspectos técnicos que son objeto de este texto, sobre el estado de la situación en el ámbito científico, técnico y empresarial que se aborda en ese Congreso, que por primera vez incluye también un área de aprovechamiento geotérmico de infraestructuras subterráneas. Lo primero que habría que hacer es ubi- car racionalmente, y aplicando un poco de lógica natural, el contexto y el obje- to de la utilización de los recursos geotérmicos. En cuanto al contexto no caben muchas dudas. Recientemente, noviembre de 2011 se ha publicado un interesante informe, Una Vi- sión-País Para el Sector de la edificación en Es- paña, Hoja de Ruta para un Nuevo Sector de la Vivienda del que son coautores Albert Cuchí y Peter Sweatman. El informe recoge datos so- bre el consumo energético de la vivienda en España, y propone unos objetivos de actuación en rehabilitación para la eficiencia energética hasta el año 2050 sobre un número estimado de viviendas que se cifra en 15.000.000. Los datos sobre el consumo energético de la vivienda en España (Fig. 1), publicados en 2011 por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ilustran el espectacular nivel de des- perdicio energético que se produce en el sec- tor residencial en nuestro país, extrapolable por cierto al sector terciario y aún más al sector in- dustrial. La distribución geográfica del desperdicio nos dice que, de más a menos, las zonas de España donde más energía se tira, peor se transforma en los edificios, y más entropía se genera a partir de recursos primarios, son las zonas mesetarias del centro de la península, a continuación las zonas interiores de la periferia, las costeras del norte, las costeras de levante y finalmente las costeras del sur. Los niveles de desperdicio son tan altos que no resulta difícil cal- cular las enormes posibilidades de ahorro ener- gético un promedio entre 100 y 150 Kwh/m2 año, y mejora de la calidad ambiental de la edi- ficación a los que podemos aspirar (Fig. 2). Como estamos aplicando el sentido común, y no la codicia, no podemos pensar que la so- lución de este problema, cuyo reverso es la oportunidad de un enorme ahorro económico distribuido e individual, sea dotar a todas estas viviendas con tecnología punta de generación último modelo, enchufarlas a una red verde de suministro y gestionarles a sus propietarios la compra de energía. Vamos a pensar algo mu- cho más normal en un país pobre como el nuestro, en no consumir (consumir = destruir), mejorando las capacidades de la edificación existente y utilizando los recursos gratuitos que un medio físico y climático, generoso como el nuestro, pone al alcance de todos, recuperar la ingente cantidad de dinero que; estamos tiran- do, y repartírnoslo equitativamente. Este es el contexto. [Fig. 1] .- Consumo anual en Kwh/m2 del parque de edificios en España. El consumo de la edificación existente oscila entre 100 kWh/m2año y 350 kWh/m2año. En la zona interior de la península, donde las oportunidades de utilización de recursos geotérmicos son evidentes los consumos oscilan entre 100 y 200 kWh/m2año. El potencial de ahorro asociado a esta cantidad de desperdicio de energía constituye una enorme oportunidad para logar confort y rendimiento económico. [Fig. 2] .- Un país pobre que desperdicia cada año 100 o 150 kWh/m2 de energía en 15.000.000 de viviendas tiene una enorme oportunidad de recuperación y distribución de recursos económicos que sólo depende de una gestión racional. 213 14