Cimentación Enrique Dapena durante su exposición sobre componentes y dosificación. • COMPONENTES Y DOSIFICACIÓN DEL HORMIGÓN Enrique Dapena, del Laboratorio de Geotecnia del Cedex y coordinador del grupo de trabajo, fue el encargado de exponer este apartado del libro, explicando que en cuanto a los materia- les que componen el hormigón: - Cemento. En hormigón de cimentaciones especiales pueden utilizarse todos los cemen- tos comunes; sin embargo, se consideran es- pecialmente adecuados los cementos Pórtland tipo CEM II, ya que contienen una cierta pro- porción de adiciones minerales (especialmente los de cenizas volantes o escorias). Dentro de este tipo, se recomiendan específicamente los pertenecientes a la subclase B, que admite los mayores contenidos de adición (hasta un 35%). Los cementos tipo CEM III resultan adecua- dos para su utilización en grandes volúmenes de hormigón o en tiempo caluroso, en cuyo caso es recomendable que posean la caracte- rística adicional de bajo calor de hidratación (LH), y también en ambientes agresivos (corro- sión por cloruros, sulfatos, lixiviación, etc). Es- tas mismas consideraciones podrían hacerse para los cementos CEM IV y CEM V. En cuanto a la categoría resistente, se con- sideran más adecuadas las clases 32,5 N y 32,5 R, ya que por su finura de molido presen- tan fraguados más lentos y mejoran la fluidez. En caso de no estar disponibles estas clases, también es recomendable la clase 42,5N. - Agua. El agua de amasado y curado debe cumplir los requisitos exigidos por la Instrucción EHE. Como recomendación, puede realizarse una comprobación rápida de la calidad del agua mediante la determinación de su pH, que debe situarse en la franja 6-8. - Áridos. Los áridos del hormigón deben cumplir los requisitos exigidos por la EHE. En la medida de lo posible, resulta recomendable el empleo de áridos rodados por la mejora que se obtiene en la docilidad del hormigón. La granulometría de los áridos a emplear debe ser continua a fin de evitar la segregación del hormigón. El tamaño máximo del árido suele estar condicionado tanto por la separa- ción entre barras, como por el sistema de puesta en obra, normalmente a través de la tu- bería Tremie. Para una correcta colocación del hormigón y para una perfecta adherencia del mismo a las armaduras, el tamaño máximo del árido no debe exceder de 32 mm o de 1/4 de la separación mínima entre barras, debiéndose elegir la menor de ambas dimensiones. - Áditivos. En cimentaciones especiales los aditivos se emplean para dar una alta plasticidad y cohesión a la mezcla de hormigón, para evitar exudación o segregación, para prolongar la tra- bajabilidad en la medida requerida por la dura- ción del vertido y para prever cualquier retraso puntual durante la puesta en obra. Así, pueden emplearse: aditivos reductores de agua/plastifi- cantes; aditivos reductores de agua de alta acti- vidad/superplastificantes; o aditivos retardado- res de fraguado. La proporción de aditivos, de acuerdo con la Instrucción EHE, no puede ser superior al 5% del peso del cemento. La utilización de aditivos plastificantes y su- perplastificantes es especialmente recomen- dable en la fabricación de este tipo de hormi- gones. - Adiciones minerales. Como adiciones al hormigón en el momento de su fabricación, la Instrucción EHE sólo considera la utilización de cenizas volantes y humo de sílice, con cantida- des limitadas al 35% y al 10% del peso del ce- mento respectivamente. La adición directa de escoria de alto horno molida al cemento no está contemplada en la Instrucción, por lo que su utilización debe limitarse a seleccionar algún tipo de cemento que la incorpore: CEM IlIA-S, CEM IlIB-S, CEM IlI/A, CEM IlI/B y CEM III/C. En el caso de hormigón para cimentaciones especiales resultan especialmente adecuadas las cenizas volantes. Como aspectos desfavo- rables, con estas adiciones se obtienen meno- res resistencias tempranas en el hormigón y disminuyen la reserva alcalina del hormigón para proteger las armaduras. Las cenizas vo- lantes también pueden incorporarse al hormi- gón dentro de los cementos CEM Il/A-V y IIB-V. En cuanto a la dosificación del hormigón, recalcó que al ajustar la dosificación de un hor- migón para cimentaciones especiales debe te- nerse en cuenta que la Instrucción EHE esta- blece como resistencia mínima en aplicaciones de hormigón armado la categoría HA-25. En cuanto a la consistencia, estos hormigones en general se colocan con asientos de cono su- periores a 150 mm, lo cual obliga habitualmen- te a utilizar aditivos superplastificantes. - Granulometría. En la dosificación de un hormigón para cimentaciones especiales es re- comendable seleccionar gravas de tamaño máximo reducido. Asimismo la mezcla debe presentar granulometría continua y un conteni- do ponderal de arena superior al 40%. - Contenido de cemento. Los hormigones para cimentaciones especiales deben incorpo- rar una alta dosificación de cemento. El conte- nido de cemento debe ser siempre superior a 350 Kg/m3. Este valor debe incrementarse si los tamaños máximos de áridos son menores de 32 mm, llegando hasta 400 kg/m3 si se emplea árido de 16 mm. Por otro lado, contenidos excesivos de ce- mento pueden ocasionar un mayor calor de hi- dratación y una elevada retracción con riesgo en ambos casos de fisuración, por lo que no deben utilizarse contenidos superiores a 450 kg/m3 de cemento. - Relación agua/cemento. El hormigón debe fabricarse con una relación agua/cemen- to máxima de 0,60. Los valores habituales uti- lizados suelen encontrarse entre 0,40 y 0,60. Debe comprobarse que se cumplen los requi- sitos de durabilidad al respecto exigidos por la Instrucción EHE para el ambiente en el que se encuentre la cimentación. - Contenido de finos. El hormigón debe in- corporar un elevado contenido de finos que contribuyan a mejorar la docilidad y cohesión del hormigón. Se recomienda que el contenido de finos (partículas de tamaño inferior a 0,125 mm, incluido el cemento) sea igual o superior a 450 kg/m3 para tamaños máximos de árido in- feriores o iguales a 8 mm, y 400 kg/m3 para ta- maños superiores. • EJECUCIÓN DEL HORMIGONADO Leoncio Prieto (Grupo RK) y Gerardo Marote (Terrabauer), fueron los encargados de desa- rrollar esta ponencia, describiendo las reco- mendaciones en cuanto a la fabricación, trans- porte y puesta en obra del hormigón. En cuanto al amasado, el hormigón al tratar- se de un hormigón estructural y tal como reco- ge la Instrucción EHE, debe fabricarse en cen- tral, ya que el producto obtenido presenta una mayor homogeneidad y uniformidad. El amasa- do en central puede realizarse bien en amasa- dora fija (caso de central amasadora) o bien en amasadora móvil (caso de central dosificadora). En cuanto al transporte del hormigón, es re- comendable realizarlo en camiones con cuba cerrada y provistos de agitación. El tiempo transcurrido entre la adición de agua del ama- sado al cemento y a los áridos y la colocación del hormigón, no debe ser mayor de una hora y media, a menos que se adopten medidas especiales como, por ejemplo, la utilización de aditivos retardadores. Sobre la puesta en obra, la colocación del hormigón puede realizarse mediante tubería Tre- mie o por bombeo; si bien han de realizarse una serie de operaciones previas, como: antes de hormigonar comprobar que el fondo de la per- foración esté limpio, utilizando para ello los útiles adecuados; cuando se utilizan lodos de perfora- 211 61