Estabilización [Figura 8].- Saneo de la cuña deslizada y acumulación de material al pie del talud para frenar el movimiento. El micropilote como método para estabilizar taludes y laderas La estabilización que se consigue mediante la técnica del micropilotaje es semejante a la estabilidad natural que aporta al Keuper las intercalaciones de dolomías, areniscas y ye- sos, que rompen la homogeneidad de las ar- cillas aunque en el caso de los yesos pueden aportar un grado más de peligrosidad debi- do a procesos de disolución. El micropilote es una solución técnica que permite afrontar problemas geotécnicos muy variados, normalmente asociados a terrenos problemáticos para los que se busca incre- mentar su coeficiente de seguridad, o bien, ser atravesados hasta llegar a un material com- petente. El micropilote actúa de variadas for- mas: 1. Estabilizando taludes y laderas mejoran- do su resistencia al corte (Fig. 7). 2. Reforzando estructuras de contención (muros) (Fig. 9). 3. Sosteniendo el terreno descomprimido en zonas de emboquilles mediante para- guas. 4. transmitiendo las cargas de las estructu- ras hacia capas competentes, bien como cimentación profunda en obra nueva, bien como recalce de cimientos que han sufrido fallos del terreno de so- porte y que asumirán las cargas estructu- rales previa perforación y conexión a los antiguos cimientos (Figs. 10 y 11). Además, su gran versatilidad se basa en que se pueden ejecutar con equipos de tama- ños muy reducidos que emplean todos los sis- temas de perforación, desde los más usuales hasta los más novedosos, por lo que atravie- san materiales de cualquier resistencia. Ac- tualmente hablar de diámetros de micropilo- te es romper en cierta medida la definición existente para este elemento, que hasta aho- ra venía delimitado hasta 300 mm, ya que la potencia de los equipos de perforación hace [Fig. 9].- Encofrados para formar muros de contención que encepan las alineaciones de micropilotes. [Fig. 10].- Estructura metálica construida a partir de la viga de atado de los micropilotes que servirá de soporte a una losa sustitutiva del tramo de calzada deslizado. [Fig. 11].- Ejecución de la losa armada por donde circularán los vehículos: transmitirá la carga vertical a los micropilotes. que se pueda hablar de un rango intermedio entre pilote-micropilote que se alarga hasta los 400-450 mm con los mismos sistemas de perforación (especialmente rotopercusión con martillos en fondo). Protocolo de actuación en Villar del Humo En Villar del Humo se ha seguido la siguiente línea de actuación: • Rebajamiento de la pendiente de la cuña deslizada con la formación de bancales más tendidos (Fig. 8). • Acopio de material al pie del talud des- lizado para retener el movimiento (ver Fig. 8) • Reparación de servicios enterrados que pueden aportar agua al terreno. • Ejecución de micropilotes autoperforan- tes para mejorar la estabilidad de la cuña, y como elemento transmisor de cargas hacia zonas más profundas y competentes de la estructura que so- portará el tramo de calzada deslizada. (Fig. 12) • Hidrosiembras y drenajes del talud defini- tivo. [Fig. 12].- Perforación del micropilote. En el micropilote autoperforante, el varillaje es la propia armadura y el fluido de barrido es una lechada pobre de cemento (A:C = 1:0.20-1:0.15). De esta forma, se afecta mínimamente el terreno desestabilizado. Micropilote autoperforante de Villar del Humo Para el caso que se expone en este artículo la acción de mejora del terreno deslizado pasó, entre otras, por ejecutar dos alineaciones de micropilotes a dos alturas con la siguiente fina- lidad: 1. Trabajar a flexión, soportando los empu- jes de los muros pantalla que encepan las dos alineaciones y que apoyan contra el terreno de la cuña rebajada y bancali- zada (Fig. 9). 2. Trabajar a compresión al recibir las cargas verticales de una losa prefabricada que sustituye el tramo de vial deslizado, a tra- vés de una estructura metálica apoyada en las vigas de atado que encepan los micropilotes (Figs. 10 y 11). 211 34