La forma en que el agua llega hasta la es- tructura de las arcillas puede ser muy variada, desde lluvias, fugas de instalaciones que es- tán enterradas dentro de los paquetes arcillo- sos, obras próximas, desvíos de cauces, etc. La pendiente puede ser la que ha adquirido el material por tectónica, y que con el tiempo tiende a ser la que la hace estable (y es fre- cuente apreciar las huellas que han dejado su- cesivos deslizamientos hasta conseguir una pendiente estable), o bien, la que le ha dado el hombre cuando ha actuado sobre el terreno para crear taludes, trincheras, desmontes, etc. En estos últimos casos se puede actuar de manera que se aumente la inestabilidad del terreno. Cuando las arcillas no se disponen en pen- diente aunque los procesos anteriores no deri- ven en deslizamientos, en cambio sí se pue- den producir movimientos verticales y horizon- tales por aumento de volumen, también muy importantes, que deforman las estructuras que aguantan: son los daños derivados de la expansividad-retracción que tan gráficamente quedan representados en numerosos edificios agrietados, o en trazados de vías con los su- cesivos abombamientos que pueden deterio- rar rápidamente calzadas y plataformas y po- ner en peligro la circulación por ellas. Las arcillas expansivas: peligro latente Hay que resaltar que las arcillas plásticas y expansivas son agentes latentes de daños que pueden permanecer muchos años sin demostrar su peligrosidad pero que sólo ne- cesitan pequeñas modificaciones en su esta- do de humedad, ocasionados por alguno de los múltiples procesos comentados, para que dichos fenómenos se disparen desestabilizan- do laderas, taludes, deformando el terreno y con ello afectando a las construcciones que soportan, independientemente de su magni- tud. La expansión de la arcilla puede llegar a suponer un incremento de su volumen de hasta un 10% y los empujes que producen pueden superar los valores habituales a los que trabajan los cimientos de las obras huma- nas (en las arcillas terciarias y del Keuper se han medido valores de presión máxima de hinchamiento en el intervalo de 1-4 kp/cm2). Si a esto añadimos que pueden deslizar porque la reducción de su cohesión solo las hace estables para taludes muy tendidos (el perfil de equilibrio a largo plazo es de sólo 5- 10o), podemos hacernos una idea del peligro que supone no identificar su presencia y to- mar medidas previas que impidan estos fenó- menos. Procesos que se agravan en aquellas zonas donde los núcleos urbanos se dispo- nen sobre estos materiales que a su vez ocu- pan laderas de fuertes pendientes. Estabilización Parámetros geomecánicos de las arcillas del Keuper Afortunadamente las arcillas del Keuper son un material muy estudiado a nivel geológico, de- terminando sus áreas de afloramiento en el Te- rritorio Nacional, así como a nivel petrológico y geotécnico a través de ensayos que las identi- fican y caracterizan bajo aspectos mineralógi- cos, resistentes, químicos y de deformabilidad por lo que su detección en campo por el geó- logo es ya un primer indicador de los riesgos geológicos y geotécnicos a los que se pueden ver sometidos cualquier estructura que se pre- tenda construir sobre ellas. Son estos ensayos los que ponen clara- mente en evidencia el carácter plástico del ma- terial, su potencial expansivo (se clasifican como CH-MH, según Casagrande) y su conte- nido a veces muy alto de sulfatos solubles en agua ya que su deposición tuvo lugar en am- bientes áridos salinos (Fig. 5). [Figura 5].- Parámetros geomecánicos promedio del Keuper arcilloso de la Cordillera Ibérica. Aunque a priori se trata en general de arci- llas duras a muy duras, cuando se exponen a la intemperie, o bien se ven afectadas por las disoluciones de los yesos, su consistencia puede disminuir hasta dar lugar a arcillas muy blandas. En cualquier caso, su plasticidad ele- vada indica la tendencia de este material a mo- vilizarse en forma muy variadas ya que depen- diendo de la pendiente y de la cantidad de agua que las sature pueden reptar, deslizar o bien dar lugar a flujos viscosos. (Fig. 6). Actuación sobre materiales deslizados para conseguir su estabilización Los métodos utilizados para intentar esta- bilizar estos materiales son muy variados, aun- que en general la mayor parte de ellos pasan por reducir la pendiente, drenar el agua que las satura, e introducir dentro de la cuña teóri- ca deslizada inclusiones sólidas de cemento, [Fig. 6].- La pendiente y el agua son factores desencadenantes de los deslizamientos gravitacionales en arcillas plásticas. generalmente armadas de muy diversa mane- ra. Estas inclusiones deben, además, llegar y penetrar claramente en el estrato de terreno que no esté movilizado para así anclar el ma- terial (Fig. 7). [Fig. 7].- Empleo de los micropilotes para estabilizar taludes. Además de servir de soporte para nuevas estructuras. Dentro de la cuña, las inclusiones mejoran la resistencia al corte del terreno elevando el coeficiente general de seguridad del talud, o la ladera, por lo que dificulta su movilización. Cuando estas inclusiones de cemento van ar- madas con tuberías y/o barras-cables de ace- ro (micropilotes, anclajes, bulones, columnas de jet armadas, pilotes, etc.), la resistencia se mejora sustancialmente. El cemento, además, estabiliza en parte la estructura molecular de las arcillas rompiendo su carácter expansivo (los cationes de Ca++ actúan como inhibidores de la expansividad), e incrementa su imperme- abilidad al cerrar aquellas vías por las cuales el agua se ha introducido en el paquete desliza- do. Evidentemente estos tratamientos deben ir acompañados con otras medidas fundamen- tales, como son la formación de muros esco- llera en el pie de la cuña, drenajes del paquete arcillosos que eliminen las subpresiones deriva- das de nuevos accesos de agua, hidrosiem- bras de la superficie expuesta a fin de que se facilite la eliminación de las escorrentías super- ficiales, gunitados, etc. (Fig. 8). Encepado de hormigón armado Micropilotes Carretera Superficie de rotura principal 211 32