Diseño 3. Efecto de las discontinuidades del frente sobre la excavación. Este es un parámetro complejo; que se valora de 0 a 30 puntos, en función del grado de homogeneidad del frente (0 a 10 puntos), del número de juntas por metro que existen en el frente (0 a 15 puntos) y de la orientación de la familia de juntas más importante respecto del frente (0 a 5 puntos). 4. Tiempo de autoestabilidad de la excavación, que tiene un peso entre 0 y 25 puntos. 5. Afluencia de agua en el frente de excavación, puntuándola entre 0 y 5 puntos. En una publicación reciente, Bieniawski–Celada–Tardáguila (2009), se dan criterios actualizados para calcular correctamente el RME de un terreno. El proceso de construcción de túneles por métodos convenciona- les; es decir en aquellos casos en que la construcción del túnel no se realiza mediante una tuneladora, se basa en la repetición del denomi- nado ciclo de trabajo. Este ciclo comprende la realización de las acti- vidades de excavación, carga del volumen de terreno excavado y sostenimiento del perímetro de la excavación realizada. La longitud de túnel excavada en cada ciclo de trabajo se denomi- na Pase de Avance, que define la duración del ciclo de trabajo, esta comprendido entre 6,0 y 0,5 m y condiciona notablemente los rendi- mientos obtenidos en la construcción del túnel. En el caso de túneles excavados en terrenos con comportamiento elástico, algunos factores operacionales tienen una importancia deci- siva sobre la elección del pase de avance; pues hay que tener presen- te que el proceso de la construcción de túneles está organizado en dos o tres relevos por cada día de trabajo. En estas condiciones, hay que decidir si los mejores resultados se obtienen con ciclos de trabajo cuya longitud de pase permite que se complete el ciclo dentro del relevo o, por el contrario, si es preferible adoptar una longitud de pase mayor que haga necesario concluir el ci- clo en varios relevos. En estos casos la elección de la longitud de pase está condiciona- da por los tiempos muertos de traslado al frente, por la capacidad de los medios de carga de las rocas excavadas y por la dificultad que el terreno ofrece para ser perforado. En los túneles con longitud inferior a 2,5 km, que son los que mayo- ritariamente se construyen con métodos convencionales, los tiempos muertos de traslado al frente son similares; pues los operarios se trans- portan en vehículos. Por otro lado los medios de carga de los terrenos excavados también suelen ser similares, cuando las excavaciones tie- nen una anchura comprendida entre 10 y 15 m; como ha sucedido en los túneles controlados en esta investigación. De acuerdo con lo anterior; resulta que, en el caso de los túneles de carretera modernos y en los de líneas de alta velocidad construidos por métodos convencionales, puede suponerse que la longitud del pase de avance está regida por la excavabilidad del terreno, si la excavación se comporta elásticamente; ya que en este caso el tramo del túnel no sostenido será autoestable sea cual sea su longitud. En este caso el RME será de utilidad para definir el Pase de Avance. Cuando la excavación no se comporte elásticamente y entre en plastificación, la longitud del pase deberá definirse en función del gra- do de autoestabilidad del terreno; en este caso para estimar la longitud del pase de avance resultará de utilidad emplear el RMR, ya que este índice fue creado para evaluar el comportamiento tenso-deformacional del terreno. Bieniawski (1989). Campaña de toma de datos Para llevar a cabo esta investigación se planteó una amplia campaña de toma de datos en túneles en construcción; en los que, para cada pase, se obtuvo el RME, el RMR del terreno y otros datos relaciona- dos con el proceso constructivo. Antes de iniciar la campaña de toma de datos se discutió la viabili- dad de utilizar el RME para caracterizar la excavabilidad del terreno en los túneles construidos con métodos convencionales; pues el RME fue puesto a punto utilizando datos de túneles construidos con tuneladora. De los cinco parámetros del terreno, que deben ser evaluados para calcular el RME, solo el tiempo de autoestabilidad y el efecto de las discontinuidades en el frente presentan diferencias; según que el túnel se excave con una tuneladora o con métodos convencionales. El tiempo de autoestabilidad se calcula mediante el ábaco que se muestra en la Fig. 3, en función del diámetro de la excavación y del va- lor del RMR, corregido según la orientación del valor de las discontinui- dades respecto al eje del túnel; que se denomina RMRc. [Figura 3].- Ábaco para el cálculo del tiempo de autoestabilidad. En el caso de que el túnel se construya con una tuneladora, el valor del RMRc debe ser aumentado para tener en cuenta el efecto favora- ble de la excavación mecánica, utilizando para ello la corrección de Al- ber (1996). Evidentemente, en el caso de los túneles construidos con métodos convencionales y excavación con explosivos el tiempo de autoestabili- dad debe calcularse directamente con el valor del RMRc. Por lo que se refiere a la valoración de la influencia del grado de homogeneidad del frente, hay que resaltar que tiene una incidencia menor en los métodos convencionales que en el caso de las tunela- doras. Por ello, en esta investigación, se ha simplificado la valoración del grado de homogeneidad, considerando solo los tres casos si- guientes: 1. Frente homogéneo, se valora con 10 puntos. 2. El 30% de la superficie del frente esta ocupada por una roca que presenta una resistencia a compresión simple que supera en más del 200% a la resistencia del resto. Este frente se considera de homogeneidad media y se valora con cinco puntos. 3.El frente se considera heterogéneo si el 50% de su superficie esta ocupado por una roca que tiene una resistencia superior en más de un 200% a la del resto. Este frente se valora con 0 puntos. Salvo estas dos modificaciones, el RME se considera plenamente aplicable a los túneles construidos tanto con tuneladoras como con métodos convencionales. 192 18