Los suelos blandos profundos del puerto de Barcelona suponían un reto para la estabi- lidad de los cajones, por lo que se sustituyó parte del suelo natural por un relleno granular a ambos lados del dique. En mayo de 2001, la base granular se niveló y se dejó preparada para recibir los cuatro primeros cajones, cuyo fondeo controlado no empezó hasta media- dos de octubre de ese año y, unos días más tarde, se rellenaron las celdas con arena. El 10 de noviembre, se produjo una tor- menta con olas de hasta 4 m de altura, y por la noche se produjo la rotura de los cajones, que aparecían inclinados y ligeramente sumer- gidos. Este tipo de dique se empezaba a utili- zar en el puerto de Barcelona frente al diseño tradicional que era el dique de pedraplén. La inclinación del cajón hacia el mar coinci- de con el tipo de inestabilidad de capacidad portante que provocaría una carga inclinada, y permite estimar que el suelo de cimentación se ha podido licuar por la profundidad del so- terramiento. Los cuatro cajones hundidos se cubrieron con pedraplén convencional y se decidió con- tinuar con el resto de cajones proyectados tras revisar el diseño de los cimientos. Estos cajones proporcionaron datos de asentamien- to de los que se derivan los parámetros de ci- mentación (rigidez media y coeficiente de consolidación). El análisis cinemático de esta rotura y de una serie de puntos, como: el suelo de cimen- tación y la tendencia a licuarse de los suelos li- mosos; y una serie de ensayos dinámicos y estáticos realizados; la interpretación de las lecturas de asentamiento; la seguridad duran- te el fondeo de los cajones (peso del cajón, capacidad portante, etc.), y la consolidación de los cajones posteriores que aumentó la re- sistencia del suelo; así como el efecto del ole- aje sobre los cajones y su factor de seguridad, permitió deducir que la rotura no se produjo por deslizamiento o giro del cajón, sino que sugiere que la licuación del suelo pudo ser de- terminante, produciendo la rotura y hundi- miento profundo de los cajones, provocado Geotecnia Arturo Canalda (hijo) recibe la Placa de Socio de Honor de SEMSIG concedida a título póstumo a su padre. Vicente Cuéllar agradeció a SEMSIG la concesión de Socio de Honor. por la pérdida de resistencia asociada a la car- ga cíclica de las olas. Finalizó su exposición con un último punto, donde aportó distinta literatura internacional en relación con la rotura de cajones. Entrega de placas conmemorativas Tras la sesión sobre diseño y control, tuvo lugar un acto protocolario en el que César Sagaseta como presidente de la Sociedad de Mecánica de Rocas e Ingeniería Geotécnica , entregó las Placas de Socios de Honor de SEMSIG –por su dilatada vida profesional dedicada al desarro- llo, ejecución, y contribución de la actividad geo- técnica– a: D. Arturo Canalda Contreras, ya fa- llecido y cuya placa fue recogida por su hijo Ar- turo; y D. Vicente Cuéllar Mirasol. Mesa redonda sobre Ejecución La segunda sesión de la jornada –moderada y presentada por Rafael Casado, gerente de Site–, tuvo un carácter eminentemente prácti- co y en ella se trataron, entre otros temas, la ejecución de muros pantalla y columnas de grava en el ámbito portuario,y casos prácticos como el pilotaje de la nueva rampa ro-ro del Puerto de Santander, o el nuevo muelle de San Juan de la Arena (Asturias) en el que se han empleado pilotes prefabricados, o trata- mientos de mejora en el puerto de Huelva. Óscar Rivas trató sobre la ejecución de muros pantalla en zonas portuarias. Ejecución de muros pantalla en ámbito portuario Oscar Rivas Marco, ingeniero de Caminos de Terratest, fue el primer ponente de la sesión de ejecución, mostrando en su exposición la necesidad de ejecución de muros pantalla en sótanos de zonas portuarias o muy próximas al mar, y cuya ejecución viene marcada por dos grandes condicionantes: la presencia de agua (nivel freático) y las características geo- técnicas del terreno que se ha de excavar. Para la mejor comprensión de la utilización de esta técnica presentó un caso práctico: la construcción de un vaso estanco en Marina de Sotogrande (Cádiz), para la formación de un sótano para un edificio residencial y comer- cial. La parcela tenía una superficie de 22.000 m2 y limita al este con el mar. La solución de vaso estanco estaba condi- cionada por la presencia de nivel freático su- perficial y subpresión hidrostática sobre la ci- mentación del edificio. A las dificultades geo- técnico estructurales del vaso había que aña- dir los máximos requisitos de estanqueidad marcados por el proyecto. La compacidad floja del terreno hasta una profundidad de unos 11 m, el nivel freático su- perficial (entre 0,7-1,2 m) afectado por las ma- reas, la superficie total del vaso de 18.230 m2 y los empujes a soportar, hicieron que se divi- diera la superficie del vaso en 4 recintos para un agotamiento interior de agua mediante un sistema de bombeo adecuado. Para la com- partimentación en cuatro recintos se proyec- taron tres muros pantalla de cierre interiores. La contención se resolvió mediante muro pe- rimetral de 0,45 m de espesor arriostrado pro- visionalmente mediante anclajes al terreno a nivel de viga de coronación. La cimentación interior se resolvió mediante elementos por- tantes de pantalla suficientemente dimensio- nados. El vaso se cerró por el fondo mediante losa de hormigón armado de 0,5 m de espe- sor. La impermeabilización se realizó para cada una de las partidas de la obra: losa, muro pantalla, sellado de juntas entre elementos, e 191 40