Erosión usuales de R y K en el cual se dan unas pinceladas sobre cuáles deben ser las actuaciones a considerar en función de la combinación de los mencionados parámetros: (1) Para una altura y una pendiente del talud usuales, el grado de erosión de esta zona es moderada como máximo, por lo que puede no ser necesario actuar. (2) Cuando el material presenta buena resistencia a la erosión pero el clima es muy agresivo, resulta útil actuar de manera puntual so- bre los regueros que aparezcan en el talud. Como tratamientos puntuales pueden disponerse fajinas o rellenar los regueros con material granular. (3) En taludes formados por materiales resistentes a la erosión en cli- mas de erosionabilidad media, las medidas pasivas permiten re- ducir la erosión a un bajo coste y, en general, con un menor cos- te de conservación. Dentro de estas medidas de incluyen: • Colocar cunetas o bordillos que recogen el agua en la coro- nación del talud. • Disponer bermas intermedias. • Disponer bermas exteriores. • Barreras de recepción de sedimentos. • Pantallas dinámicas, evitan la caída de bloques de piedra a la calzada pero no reducen la pérdida de suelo. • Sobredimensionar los elementos del drenaje longitudinal. • Sobredimensionar los elementos del desagüe transversal. (4) Cuando aparecen materiales poco resistentes a la erosión, o con pérdidas de suelo elevadas, los tratamientos activos ofrecen ma- yores reducciones de la pérdida de suelo. Dentro de estos trata- mientos destacan: • Hidrosiembras. • Plantaciones. • Geotextiles no resistentes. • Riegos de estabilización físico-química. • Mulches. • Suavizar el talud en cabeza. • Mallas de cable. • Enrejados de hormigón. • Geotextiles tridimensionales. • Mallas de triple torsión. (5) En materiales muy erosionables conviene reducir la pendiente ya que, a pesar de aumentar la longitud potencial de reguero, el pa- rámetro de geometría disminuye. (6) Cuando existen materiales muy erosionables en climas agresivos, la prioridad debe ser reducir la longitud potencial de reguero. (7) En un caso extremo, ante la imposibilidad de obtener una mayor reducción de la erosión tras adoptar una serie de medidas acti- vas, hay que recurrir a medidas pasivas tendentes a contener los materiales erosionados. En la Tabla X se resumen los umbrales de erosión y los tratamien- tos propuestos Ejemplo de estudio de un talud compuesto Con el objetivo de poner de manifiesto las diferencias entre el estudio de un talud en su conjunto o de sus zonas homogéneas, se conside- ra el caso de un talud de 8 m de altura en una zona caracterizada por un índice de erosión pluvial igual a 100, en el cual en los 5 m más su- perficiales aparece un material caracterizado por un parámetro de ero- sionabilidad de 0,5 y un talud 1,5H:1V y en los 3 m más profundos aparece un material caracterizado por un parámetro de erosionabilidad de 0,4 y un talud 2H:1V. El estudio del talud en su conjunto proporciona los resultados pre- sentados en la Tabla XI. [TABLA XI].- Resultados del estudio del talud en conjunto. A la vista de los valores obtenidos, se puede decir que la tasa de pérdida de suelo media es de 705 t.ha-1.año-1, la pérdida de suelo efectiva es de 1.109 kg.m-1.año-1 y la pérdida de espesor media de 41 mm. Sin embargo, los resultados obtenidos no permiten valorar si la erosión experimentada por ambos materiales es la misma o si, por el contrario, uno de los materiales es responsable de la mayor parte de la erosión. En base a los parámetros que constituyen el talud, se podría pen- sar que la capa crítica va a ser la inferior por su condición de base del talud; por otra parte, la capa superior podría resultar crítica por estar constituida por un material más erosionable y un talud más vertical. Para comprobar cuál es la capa crítica, se procede al estudio indi- vidual de las zonas homogéneas del talud. Como se observa en la Ta- bla XII, la capa superior experimenta una pérdida de suelo efectiva no- tablemente mayor que la capa inferior. De esta forma, esta metodolo- gía ha permitido evaluar la pérdida de suelo de cada componente del talud de forma independiente e identificar la zona más afectada por la erosión. [TABLA XI].- Resultados del estudio individual de las zonas homogéneas del talud. Conclusiones El estudio de la erosión en taludes compuestos, caracterizados por la presencia de materiales de naturaleza diferente, pendientes variables y distintos tratamientos de su superficie (caso frecuente en obras linea- les), requiere definir magnitudes adicionales a la tasa de pérdida de suelo (A = R.K.LS.VM) que representen, de una manera clara, la mag- nitud del problema y que se han denominado A’, pérdida de suelo efectiva (kg.m-1.año-1); Av, pérdida de suelo volumétrica (m3.m-1.año-1) y e, pérdida de espesor (mm.m-1.año-1). Aunque el estudio de la erosión puede llevarse a cabo consideran- do el talud en su conjunto mediante la obtención de valores medios, el estudio de las capas homogéneas que constituyen el talud permite de- terminar los horizontes críticos y optimizar las actuaciones de conser- vación necesarias sobre la superficie. A partir de las magnitudes definidas, se ha propuesto una clasifica- ción cuantitativa y cualitativa basada en los umbrales fijados por las or- ganizaciones FAO-PNUMA-UNESCO, que deberá validarse en base a medidas llevadas a cabo en taludes reales. Bibliografía 1. ARNOLDUS, H.M.J. (1980). An Approximation of the Rainfall Factor in the Universal Soil Loss Equation. En Boodt, M.de y Gabriels, D. Assessment of Erosion. John Wi- ley & Sons, Inc, New Cork (USA), pp 127-132.. 2. CERDÁ, A. (2001). La erosión del suelo y sus tasas en España. Revista ecosistemas Año X, No 3/2001 Septiembre- Diciembre. 3. COLOTTI, E. (2004). Aplicabilidad de los datos de lluvia horaria en el cálculo de la erosidad. Fondo Editorial de Humanidades y Educación. Departamento de Publica- ciones. Universidad Central de Venezuela. Caracas (Venezuela). 4. FAO-PNUMA-UNESCO. (1980). Metodología provisional para la evaluación de la degradación de los suelos. FAO, Roma. 191 35